SABADO, Primera Semana de Adviento, 06 de Diciembre (ciclo c)

SANTO DEL DÍA

San Nicolás nace en la ciudad de Licia (Territorio de Turquía), en una familia cristiana y acomodada, eran generosos sus Padres con la gente del pueblo, un día cayeron enfermos por una epidemia y murieron dejando a San Nicolás huérfano pero con riquezas, tiempo después ingresó al monasterio y se hizo sacerdote, luego, de su llegada de Tierra Santa fue nombrado Obispo de Mira aproximadamente en el siglo IV, este Santo vivió una vida de generosidad con sus semejantes, defendió la fe en aquellos tiempos donde el arrianismo (niegan la divinidad de Jesucristo) era popular, además se cuenta que ayudó a muchos pobres, en especial a tres vírgenes que serían prostituidas por su Padre por vivir en extrema pobreza, San Nicolás subió a la chimenea y regalo monedas de oro, y así pudo salvarlas de su destino de pecado, también se dice que por su intercesión en la oración logro resucitar a tres niños que habían sido asesinados, en la actualidad a este Santo se le conoce como Santa Claus, o Papa Noel.

Evangelio del día

San Mateo 9, 35 — 10, 1. 5a. 6-8

En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia.

Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor».

Entonces dice a sus discípulos:
«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies».

Llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia.

A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones:
«Id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis».

Palabra del Señor

  • Todos hemos escuchado el reconocido salmo 23, el del Buen Pastor, ¿Qué medito de este hermoso salmo?¿Cómo lo puedo interiorizar?, allí podremos conocer el corazón compasivo de Nuestro Señor Jesucristo, él en su misión aquí en la tierra nunca dejo aldeas, lugares sin llevar su mensaje salvífico, pero hoy nos muestra su amor con los necesitados, nos enseña a salir de nuestras comodidades para ir al encuentro de los que necesitan de mi ayuda, una voz de aliento, un consejo, ser escuchados, ser comprendidos, dar no solo cosas materiales sino riquezas espirituales.
  • Tu vida y la mía deben vivirse a plenitud y con propósito, pero no un propósito terreno sino él que Jesús envía hacer, y es servir a los demás, este llamado que nos hace el Señor es urgente ante tanta ausencia de su presencia en la tierra, ¿Qué estamos haciendo?, mi mundo esta enfocado en lo material, o soy constructor del reino de Dios?, este evangelio me cuestiona, me exige, me despierta, me enfoca lo que debo ser y vine hacer.
  • A veces miramos a nuestro alrededor y tálves nos abruma tanto dolor, pobreza. maldad, odios, envidias, egoísmo, etc, ¿Pero que nivel de compasión tengo que me motive a cambiar este mundo llevando el nombre del Señor a lo desconocido a los lugares jamás pensados?, me da tanta tristeza escuchar a tantos querer quedarse dando a conocer la Palabra de Dios en los mismos lugares, volviendo la misión una rutina de paso, cuando es el mismo Jesús que nos envía a ir a los lugares donde aun su presencia no se hace presente, debemos despertar y mirar más allá, ir más allá , exigirnos ir tras aquellos que necesitan de Dios sin saberlo aún, no digo precisamente de lugares, sino de ovejas que aun no han conocido al Pastor.

PRÁCTICA DIARIA

  • Buscar la misión que tienes en este mundo.
  • San Nicolás nos dice: “Sería un pecado no repartir mucho, siendo que Dios nos da todo”.

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