MIERCOLES, Primera Semana de Adviento, 03 de Diciembre (ciclo c)

SANTO DEL DÍA

San Francisco nace en Castillo de Xavier (España), cuando joven se gradúa en la Universidad más destacada de París, junto con Ignacio de Loyola hicieron votos de pobreza en la fiesta de la Asunción, y se propusieron ir a Tierra Santa, además se pondrían al servicio del Papa e iniciar su camino misionero, pero deciden dirigirse a Roma donde San Francisco colaboró con San Ignacio en la redacción de las Constituciones de la Compañía de Jesús una vez ordenados sacerdotes en Venecia, años más tarde a la edad de treinta y cinco años fue invitado por el rey de Portugal y enviado como misionero a las Indias Orientales y dirigirse a las colonias portuguesas, San Francisco en diez años evangelizó India, Malasia, Molucas e islas en estado salvaje, fue a Japón y estando allá ya planeaba ir a China, pero estando en la Isla de Shangchuan para llegar hasta China cayó enfermo y murió.

Evangelio del día

San Mateo 15, 29-37

En aquel tiempo, Jesús, se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en él.

Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies, y él los curaba.

La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel.

Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
«Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino».

Los discípulos le dijeron:
«¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?».

Jesús les dijo:
«¿Cuántos panes tenéis?».

Ellos contestaron:
«Siete y algunos peces».

Él mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente.

Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete canastos llenos.

Palabra del Señor

  • En este mundo en el que vivimos si compartiéramos más abundarían las cosas, Jesucristo hoy en el evangelio nos invita a donarnos desde adentro, esto es decir desde lo que tenemos, no necesitamos buscar afuera de nuestro entorno, soy yo quien debe iniciar siendo generoso para que las bendiciones de Dios sobreabunden, he escuchado decir a muchos, “Donde esta Dios que hay tanta pobreza en el mundo”, o visto en diferentes pueblos de mi País la gente sin nada que comer, pero es que estamos viendo la necesidad en frente y en ves de actuar, nos hacemos los ciegos y sordos, Jesucristo nos invita a ser más optimistas a donarnos hasta el extremo, a no buscar obstáculos para saber lo que debo hacer como cristiano y como hijo de Dios.
  • Pregúntate en este día, ¿Qué hago por los problemas de la humanidad? ¿Qué estoy haciendo para saciar el hambre espiritual, corporal, de tantas personas?, a veces pensamos que dar de comer es suficiente, también amar, dar un buen consejo, orientar , estamos multiplicando el mensaje de Jesús.
  • Este milagro de Jesucristo con la multiplicación del alimento, nos debe motivar a interesarnos por el bienestar integral de nuestros hermanos, no solo corporal y físico, sino espiritual, ¿Con cuantos panes cuentas para construir el reino de Dios? ¿Estás sobrado con las cosas materiales, y sigues indiferente ante tanta necesidad?, este tiempo de adviento esta diseñado para acoger a tantos que necesitan de mi ayuda, a confiar en Dios al hacer la caridad, sabiendo que su gracia se multiplica, siempre y cuando tengamos fe.

PRÁCTICA DIARIA

  • La Generosidad me enseña que todo es para compartir.
  • La frase que hoy nos enseña San Francisco Javier : ““Hágase amar y así logrará influir en ellos. Si emplea la amabilidad y el buen trato verá que consigue efectos admirables”

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