MARTES, Vigésimo Primera Semana del Tiempo Ordinario, 26 de agosto (ciclo c)

SANTO DEL DÍA

Santa Teresa nació en Ayltona (España), sus padres eran labradores, les inculcaron la fe a ella y a sus hermanos, toda su familia distinguida por mantener la religión intacta en sus hogares. Tiempo después Santa Teresa se convirtió en Maestra y se dirigió a una ciudad de Barcelona para enseñar, luego ingresa a las clarisas, pero en esa época se estaba atravesando por una situación dura, la cual no se podía hacer ningún voto de consagrada, así que decide entrar como Terciaria Franciscana para continuar sus labores como docente, más tarde fundó una congregación en compañía de su hermana y otras compañeras, que se encargarían de ancianos abandonados, en algunas ciudades de España buscó casas de familia para allí establecer lugares con calor de hogar para todo anciano vulnerable, Santa Teresa es considerada la Patrona de los ancianos, se contagió de cólera, fue a otra ciudad para mejorar, pero se sentía agotada y tristemente murió.

Evangelio del día

San Mateo 23, 23-26

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo:
«¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad!

Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.

¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello!

¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro y así quedará limpia también por fuera.»

Palabra del Señor

  • Jesús nos invita a tener un evangelio vivido en nuestro interior. La hipocresía es una tentación muy frecuente en nuestras vidas, es por decirlo así una hinchazón, cuando una parte de nuestro cuerpo se inflama algo esta funcionando mal internamente, así mismo la hipocresía es una hinchazón llena de envidia, orgullo, soberbia que genera acciones distintas a la voluntad de Dios, es una mascara que oculta nuestros propios intereses y demuestra una falsa piedad. Muchos creen que la hipocresía es tratar bien a quien te ha hecho mal, no, al contrario esta acción se antepone al rechazo que tienes frente a tu adversario permitiendo cumplir la regla de oro trata a los demás como quieren que te traten a ti, la hipocresía de la que habla hoy Jesús es aquella que hace otra cosa diferente a la que sus palabras expresan.
  • La obsesión por lo externo puede llevarnos a maquillar una vida llena de corrupción, debemos prestar atención en no caer en la soberbia de creer que hacemos bien cuando señalamos a nuestros hermanos, primero cuidemos nuestro interior, quitemos nuestra ceguera y podemos así ayudar a otros a hacer el bien porque recordemos que Jesucristo insiste en perfeccionar nuestro interior antes que nuestra imagen. “Si quieres conocer a una persona, no le preguntes qué piensa, sino qué ama.” · San Agustín Hipona

PRÁCTICA DIARIA

  • Preocuparme por mi conciencia antes que por mi apariencia, Jesús mira el interior, no lo olvides.
  • Santa Teresa de Jesús Jornet nos enseña que la piedad no es cuestión de palabras sino de hechos.

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