LUNES, Vigésima Semana del Tiempo Ordinario, 18 de agosto (ciclo c)

SANTO DEL DÍA

Santa Elena nació en Bitinia (hacia el sur de Rusia, junto al Mar Negro)en una familia pagana y pobre, desde su juventud presenció la muerte de muchos cristianos, y no entendía porque eran torturados y asesinados, era mujer noble de corazón, contrajo matrimonio con Constancio y de ese matrimonio tuvieron un hijo quien tuvo como nombre Cesar de Maximiano, su esposo la repudió para casarse con la hijastra de Maximiano, y su hijo que tomo el nombre de Constantino se fue con su papá a educarse en el palacio, luego años más tarde muriendo su Padre se lleva a su Madre, le da poder para levantar iglesias, y también se dejo influenciar por ella en ciertos asuntos que se referían a los cristianos. Años más tarde Santa Elena viaja a los santos lugares en busca del madero donde fue crucificado el Redentor, su afán por encontrar esta importantísima cruz la llevó hasta los judíos que por fin dieron respuesta a su búsqueda, luego decide enviar una parte de la cruz a Jerusalén, otra a Constantinopla y otra a Roma para que fuese venerada, tiempo después muere cumpliendo con su misión de llevar la cruz de Cristo y darla a conocer para que creyeran en Jesucristo.

Evangelio del día

San Mateo 19,16-22

En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó:
«Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?».

Jesús le contestó:
«¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos».

Él le preguntó:
«¿Cuáles?».

Jesús le contestó:
«No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo».

El joven le dijo:
«Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?».

Jesús le contestó:
«Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes, da el dinero a los pobres – así tendrás un tesoro en el cielo – y luego ven y sígueme».

Al oír esto, el joven se fue triste, porque era muy rico.

Palabra del Señor

  • Jesús invita a la humanidad a trabajar y poner la vida misma al servicio de los demás, cuando las riquezas impiden la cercanía con Dios, cada cosa que se haga no tendrá sentido y solo se experimentará un vacío que causa tristeza y desolación, cuando se invierte todo esfuerzo por atesorar bienes terrenales descuidando los bienes celestiales se pone en peligro el cielo, cuando la visión esta puesta en donarse a los más pobres y vulnerables el camino de la salvación esta más cerca de lo que imaginamos.
  • Jesús hoy nos pregunta ¿ Que nos ata y no nos deja experimentar su amor?¿ En donde y en que estoy poniendo mi atención en este mundo, que me impide acercarme a Él? debemos cada día examinar si realmente soy feliz y pleno con lo que hago, trabajar por Dios implica despojarnos del materialismo y lanzarnos a la aventura de la evangelización, pero no quiere decir que renunciemos a trabajar por nuestro sustento, sino que lo esencial en nuestra vida sea vivir por y para Jesucristo, siempre poniéndolo en primer lugar.
  • En esta sociedad el que ama el dinero hace hasta lo imposible por conseguirlo, sujeto a la moda, a los lujos, se encierra en la riqueza del orgullo y el egoísmo que le impiden ver la necesidad del otro, queridos hermanos no seamos ciegos e ignorantes, si la vida eterna se basa en buenas obras pero hasta darlo todo, hasta el extremo como lo hizo el mismo Jesús, Hoy este evangelio nos interpela ,nos pide entregarnos sin reservas hasta donar la misma vida en rescate de muchos. ¡Sigue a Jesucristo y ya nada más importará porque a sus pies encontraremos la verdadera felicidad!

PRÁCTICA DIARIA

  • Practicar la virtud de la generosidad.
  • Santa Elena nos enseña que para seguir a Jesucristo el camino de la cruz es la plenitud de la Verdad.

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