
SANTO DEL DÍA
SANTA BEATRIZ DE SILVA Y MENESES (1424-1492)
Santa Beatriz se dice nació en Portugal, fue educada para amar a Dios, a Jesucristo y a su Madre María, el Rey Juan II de Castilla se casó con Isabel de Portugal, lleva consigo a unas damas portuguesas entre ellas Santa Beatriz, la Reina Isabel sintió celos de Santa Beatriz pues era demasiado hermosa, la encerró en un baúl, y milagrosamente al tercer día la rescato la Virgen María, luego huyó al convento de Santo Domingo el Real, donde se dedicó a la oración y al silencio, cubriendo su rostro constantemente para que nadie se enamorará de ella. Se dedico a la caridad e hizo la petición a la Reina para que le concediera bienes para fundar la Orden de la Inmaculada Concepción, muere a los días de haberse fundado esta orden, que fue dirigida por ella en tampoco tiempo.
Evangelio del día
San Lucas 12,49-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla!
¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división.
Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- ¿Has experimentado una situación de división en tu propia familia, por decir la verdad o por ir en contra de ideologías, o tálves por conservar valores y principios basados en la Palabra de Dios?, en muchas familias el fuego del amor de Dios, la fuerza del Espiritu Santo se ha ido desvaneciendo a causa de perspectivas incoherentes con la piedad que hemos adquirido desde niños.
- ¿Cómo actuarias frente aquel desafío llamado división?, la respuesta esta en no imponer nuestras creencias sino ser un vivo testimonio de ellas, nuestra fe en Dios no busca enfrentamientos sino una comunión con nuestros hermanos de sangre o de espiritualidad. La misión que Jesucristo nos invita a cumplir debe ir más allá de nuestros miedos a no ser comprendidos, aceptados y valorados, respetando la opinión de los otros.
- El fuego del Espiritu Santo debe impulsarnos a renovar nuestras vidas y la de los demás, buscando el bienestar de quienes me rodean, ese fuego que Jesucristo desea no destruye sino que purifica, un fuego que arda y que nos haga tomar decisiones que nos hagan actuar con amor llevándolo a nuestros hermanos.
PRÁCTICA DIARIA
- Escuchar a quien piensa distinto, si está equivocado o va en contra de la verdad orar por ella.
- Como Santa Beatriz busquemos tener una estrecha relación con Dios por medio de la oración, que me ayuda a guardar silencio y escuchar su voz.