VIERNES, Decimosexta Semana del Tiempo Ordinario,25 de julio,(Ciclo c)

SANTO DEL DÍA

Santiago fue Apóstol de Jesús, junto a su hermano Juan fueron llamados en el lago de Genesaret mientras pescaban. Eran hijos de Zebedeo, su carácter era precipitado. Estuvo presente en la vida pública de Jesús, según los evangelios Santiago junto a Pedro y Juan presenciaron la transfiguración, y acompaña a Jesús en la oración en el Monte de Los Olivos. Según cuenta la historia Santiago se dirigió a España, para anunciar la Buena Nueva y convertir a las gentes al cristianismo enviado por el mismo Jesucristo, pero se dice que sólo pudo convertir a siete en la ciudad de Zaragoza. Santiago es llamado Mayor para ser diferenciado del otro Santiago el Menor, fue el primer apóstol martirizado, murió por la mano del Rey Herodes Agripa I.

Evangelio del día

San Mateo 20, 20-28

En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición.

Él le preguntó:
«¿Qué deseas?».

Ella contestó:
«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».

Pero Jesús replicó:
«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?».

Contestaron:
«Podemos».

Él les dijo:
«Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».

Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo:
«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.

Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».

Palabra del Señor

  • Jesús NOS ENSEÑA a vivir sirviendo, es la práctica que caracteriza a un verdadero apóstol suyo, la misión comprende tropiezos, omitir mis propios deseos, y despojarme de mis exigencias para dejar que Jesús brille, pues cuando Dios toma posesión de la persona humana sus obras estarán encaminadas a servir a los demás.
  • El orgullo hace de nosotros hombres y mujeres materialistas, querer sobresalir en este mundo nos aferra a lo terrenal, en los asuntos de Jesús no sucede así, nuestra vida debe tener un espíritu de ayuda mutua que beneficie a mis hermanos, y nuestra única recompensa es la vida eterna, si estamos esperando ser alabados por lo que hacemos, estamos teniendo un pensamiento vanidoso y alejado de lo que realmente el Señor quiere que hagamos. Cada vez que queremos el bienestar particular, nuestra vida se vuelve un circulo cerrado y es ahí donde falla nuestra misión de hijos de Dios.
  • El servicio comprende dar y ayudar desinteresadamente a quienes lo necesitan. Debemos estar en constante oración para que el Señor nos regale la humildad, hacernos pequeños para que los demás brillen con la luz de Jesucristo, que nos permitirá ver a Jesús en el otro, dejando a un lado mis pretensiones y orgullos y permitir que el amor de Jesucristo me envuelva a tal punto que haciendo lo posible pueda hacer lo imposible en favor siempre de mis hermanos.

  PRÁCTICA DIARIA

  • Servir en la Parroquia de mi comunidad en la Pastoral Familiar.
  • Santiago Apóstol nos dice: «Servir a los demás es el camino más genuino hacia la santidad.» 

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