
SANTO DEL DÍA
SSANTA MARIA MAGDALENA (SIGLO I)
Santa María Magdalena, nacida en Magdala fue una mujer muy importante en la vida pública de Jesús, aparece junto al Maestro como seguidora fiel hasta su resurrección y ascensión, los evangelios relatan que Jesucristo expulsó siete demonios de ella, y desde ese momento camino con Jesús y los apóstoles en las misiones a distintos lugares que la Biblia menciona, también dice la tradición de la Iglesia Católica que esta mujer fue la que Jesús perdono en el momento que iva a ser apedreada, y aquella que secó sus lagrimas y ungió con aceite los pies de Jesucristo. María Magdalena fue la primera mujer que presenció la resurrección de Jesús, y tiempo después estuvo en la fiesta de pentecostés donde acompaño a la Madre de Jesús y a los discípulos.
Evangelio del día
San Juan 20, 1-2. 11-18
El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:
«Se han llevado del sepulcro al señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.
Ellos le preguntan:
«Mujer, ¿por qué lloras?».
Ella les contesta:
«Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
Jesús le dice:
«Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?».
Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:
«Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré».
Jesús le dice:
«¡María!».
Ella se vuelve y le dice:
«¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!».
Jesús le dice:
«No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”».
María la Magdalena fue y anunció a los discípulos:
«He visto al Señor y ha dicho esto».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- Jesús se revela a los más sencillos, a los vulnerables, a los marginados, el dolor del hombre inquieta su amante corazón, cuando enceguecidos estamos por las aflicciones de esta humanidad enferma, Jesús nos encuentra, y siente compasión, cuando nuestro corazón esta abrumado, Él nos llama por nuestro nombre con su voz dulce y paciente, y nos brinda una esperanza que nos motiva a anunciarlo con nuestro testimonio de vida.
- Jesús quiere en esta actualidad discípulos arriesgados, que motivados por su amor, sean capaces de hacer hasta lo que se cree imposible , sin importar si muchos no van a creer sólo pide que nos dejemos transformar y hará de nosotros hombres y mujeres misioneros fieles a su amor. Jesús una vez más nos da valor a las mujeres y nos da nuestro lugar, haciéndonos participes de su plan de salvación, y es que para Dios no hay distinción, la mujer da vida, y promueve la vida y es portadora de vida, es por eso que decidió presentarse a María Magdalena como Jesús vivo, para manifestar que la vida triunfa sobre la muerte. En este tiempo las mujeres son desvalorizadas, maltratadas, es Jesús a través de este pasaje bíblico que hace a la mujer digna de ser una pieza clave en la evangelización de su Reino.
PRÁCTICA DIARIA
- Hoy elevaremos una oración por las mujeres que son excluidas de la sociedad, por las prostitutas, madres solteras, y por aquellas maltratadas en su mismo hogar.
- Santa María Magdalena nos enseña que amar incondicionalmente a Cristo nos permite ver milagros asombrosos en nuestra vida, como la santa sigamos a Jesús hasta el final de nuestros días, y siendo sus discípulos lo anunciemos incluso a quienes no puedan creernos.