VIERNES, Decimoquinta Semana del Tiempo Ordinario,18 de julio,(Ciclo c)

SANTO DEL DÍA

San Arnulfo fue un hombre dedicado a los asuntos de Estado y también obispo, hijo de una familia franca, cuando estudiaba en la escuela siempre se destaco por su talento y cuando creció fue enviado a Australia para prepararse en las ramas del gobierno de su tiempo. Por su habilidad en los temas de Estado llego hacer comandante militar y tuvo a cargo a seis provincias .Años más tarde se casó con una mujer franca con la que tuvo dos hijos, en su vida nunca olvido a Dios apesar de que muchos honores mundanos podían hacer desviar su mirada de las cosas espirituales, pues siempre andaba frecuentando monasterios para hacer un retiro que le ayudará a encontrar definitivamente a Dios. Después participo de la vida religiosa y tiempo después lo nombran obispo encargándose de los asuntos del gobierno eclesiástico, pero también laborando en la administración del estado de su ciudad, luego de un tiempo se cansó de atender a los dos gobiernos y se dedico a la vida de ermitaño junto con su amigo Romarico y juntos se dirigieron a Vosgos para dedicarse a la oración allí mueren agradando a Dios.

Evangelio del día

San Mateo 12,1-8

En aquel tiempo, atravesó Jesús en sábado un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas.

Los fariseos, al verlo, le dijeron:
«Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado».

Les replicó:
«¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes de la proposición, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes.

¿Y no habéis leído en la ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa?

Pues os digo que aquí hay uno que es más que el templo.

Si comprendierais lo que significa “quiero misericordia y no sacrificio”, no condenaríais a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado».

Palabra del Señor

  • La misericordia, es traducida como la miseria del corazón del hombre , Jesús siempre observa lo valioso y es el corazón, pues su pensamiento siempre amante le permite interesarse por el interior de cada ser humano, él no quiere personas que le sirvan mecánicamente y que cumplan por cumplir, como si fuera obligación , él quiere una entrega total, que su vida sólo tenga como misión servir al otro. «Tener misericordia hacia una vida humana en estado de necesidad es el verdadero rostro del amor». Papa Francisco.
  • Jesús quiere que nuestra vida sirva, cuando nuestra mirada sólo esta observando para juzgar y criticar sin ayudar a quien me necesita, estamos violando la ley del amor, y Dios no está en nuestro interior, cada vez existen en la iglesia personas dedicadas a señalar a quien se ha equivocado, Jesús nos invita a ser compasivos.
  • La misericordia nos permite comprender, Jesús nos enseña a mirar más allá de la apariencia, que a profundidad busquemos en el interior de nuestro prójimo su inocencia y podamos así derramar amor en su corazón, la misericordia no debe ser recibida sino expresada a mis hermanos, si estamos esperando que Dios sólo nos de misericordia y yo no la ofrezco quienes estamos equivocados somos nosotros y no quien ha caído.

PRÁCTICA DIARIA

  • Visitar un preso.
  • San Arnulfo nos enseña el servicio a los demás por amor a Dios.

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