SABADO, Décima Semana del Tiempo Ordinario,14 de junio,(Ciclo c)

SANTO DEL DÍA

Los Mártires de Córdoba se conoce por un grupo de cristianos mozárabes ( población hispánica que emigró a los reinos cristianos del norte) condenados a muerte por su fe bajo los reinados de Abderramán II y Mohamed I en el Emirato de Córdoba. Cuarenta y ocho cristianos fueron ejecutados. En su mayoría hicieron declaraciones públicas de rechazo del islam y proclamación de su cristianismo.

Evangelio del día

San Mateo 5, 33-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “Cumplirás tus juramentos al Señor”.

Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo cabello. Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno».

Palabra del Señor

  • En los tiempos antiguos, muchos juraban por cosas sin importancia, pero Jesús les enseña la Verdad desde la forma más profunda. Ser Cristianos honestos es la invitación que Jesucristo nos hace en este día. En la sociedad en la que vivimos, es muy constante escuchar palabras ligeras que conducen a la mentira, a maquillar la verdad, para no decirla de manera clara, sino confusa. En ocasiones excusamos las mentiras diciendo que son piadosas, necesarias, para no causar dolor, o incluso para no herir a quien desea saber la verdad. Es por eso que ser trasparentes es un deber que debemos cumplir, hasta en lo más sencillo siempre la verdad será importante decirla.
  • Como hijos de Dios, la forma de expresarnos y hablar importa muchísimo, podemos con nuestras palabras manifestar credibilidad, o duda para quien las escucha, este Evangelio nos enseña la manera correcta de decir lo que sabemos, pensamos y sentimos, con claridad y sinceridad, y es decir si o no, expresiones sencillas, que reflejan lo que realmente somos. Aprendamos hablar claramente, siempre llevando un mensaje coherente con lo que pienso , hablo y hago.

PRÁCTICA DIARIA

  • Decir siempre la verdad.
  • Los Mártires de Córdoba me enseñan que proclamar a Jesucristo es decir la Verdad, y morir por Él es todo un honor.

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