
SANTO DEL DÍA
SAN BERNABÉ (+60)
San Bernabé fue apóstol de Jesucristo, era judío de la tribu de Leví, nació en Chipre, su nombre original fue el de José pero no fue elegido dentro de los doce. Se dice vendió todas su propiedades, llevó el Evangelio a Antioquía para instruir y guiar a los neófitos, San Pablo le acompañó en esta misión, en Antioquia fue donde se le dio el nombre de cristianos a los fieles seguidores de Cristo. Luego años más tarde acompañado por Juan Marcos fueron a cumplir otra misión, fueron a Seleucia y después a Salamina, en Chipre. Luego llegaron a Pafos, donde convirtieron al procónsul romano Sergio Paulo, navegaron hasta Perga en Pamfilia, donde Juan Marcos los abandonó. En Iconium, en Licaonia, estuvieron a punto de morir apedrados. En Listra, San Pablo curó milagrosamente a un paralítico y los habitantes paganos los confundieron con dioses. De regreso a Antioquía pasaron por todas las ciudades que habían visitado para confirmar y ordenar presbíteros. Surgieron ciertas diferencias entre San Pablo y San Bernabé, por lo que decidieron separarse. San Bernabé partió entonces hacia Chipre, acompañado de Juan Marcos, para visitar las iglesias que ahí se habían fundado, tiempo después muere apedreado en Salamina.
Evangelio del día
San Mateo 5, 17-19
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- Jesús nos anuncia una promesa, que quienes enseñen y cumplan los mandamientos de la ley de Dios serán grandes en el Reino de los cielos, tendrán una recompensa no inmediata sino eterna. El servicio y el amor son caminos seguros hacer grandes en el Reino.
- La ley de Dios es perfecta, regida no solo por la justicia sino también por la ley del amor, los mandamientos cobran valor cuando los cumplimos con amor, Jesucristo vino a darle sentido a aquellos mandamientos que mantenían esclavos a la gente, ahora esta ley del amor cobra sentido y otorga la libertad.
- La sociedad en la que vivimos tan incrédula e indiferente a las cosas de Dios, requiere no imponer mandamientos, sino tener una coherencia de vida con ellos, que mi vida refleje que los cumplo, haciendo de mi testimonio una enseñanza viva, que encienda corazones con el Evangelio vivido.
PRÁCTICA DIARIA
- Leer los mandamientos del amor de Dios y comenzar a cumplirlos en función del amor.
- San Bernabé nos enseña que Evangelizar es vivir las enseñanzas de Jesucristo para dar testimonio de ellas con la misma vida.