MARTES, Sexta Semana de Pascua, 27 de mayo, (Ciclo C)

SANTO DEL DÍA

San Agustín fue superior del convento benedictino de Roma, cuando el Sumo Pontífice San Gregorio Magno desea evangelizar a la isla de Inglaterra que era pagana, envía a San Agustín que era un hombre con un Espiritu inquieto y obediente, junto con 39 monjes para convertir aquellas personas paganas sajones, cuando llegaron a la isla, algunas personas les dijeron que allí ocurrieron cosas horribles, entonces se acobardaron los demás e hicieron que el santo se dirigiera al Papa para contarle, pero este animo a San Agustín. El rey Etelberto se convirtió por las enseñanzas de San Agustín y su buena voluntad se vería reflejada en que el rey les concedió el palacio para la estadía de los monjes, y les dio un templo de Canterbury para que allí enseñaran, es hoy la famosa catedral de Inglaterra: la Catedral de Canterbury, el rey también permitió a sus súbditos elegir la religión que quisieran pero en especial la fe que profesaba San Agustín, además muchos se hicieron bautizar unos 10,000 ingleses, el Papa se enteró y envió libros, cáliz e imágenes, y nombró arzobispo al santo, además le dio un trabajo pastoral: 1º. No destruir los templos de los paganos, sino convertirlos en templos cristianos. 2º. No acabar con todas las fiestas de los paganos, sino convertirlas en fiestas cristianas. 3º. Dividir el país en tres diócesis: Canterbury, Londres y York, San Agustín obedeció y fue nombrado Arzobispo Primado, el Papa lo animaba a permanecer humilde, de reconocer que el don de gentes era para la gloria de Dios solamente, logró convertir muchos ingleses al cristianismo, años más tarde muere.

Evangelio del día

San Juan 16, 5-11

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde vas?”. Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré.

Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado».

Palabra del Señor

  • Jesús Resucitado vivió con los apóstoles y la primera comunidad cristiana cuarenta días después de la Pascua. Ahora prepara a esta comunidad, para que en su ausencia no se desanimen, ya que tendrán la fuerza vivificante del Espiritu Santo. Esta realidad, puede llenar de tristeza nuestros corazones, ayer como hoy, sin embargo el mundo y todo creyente, debe entender que aunque hallan momentos duros y desafiantes , no debemos dejarnos llenar de dudas y desesperanzas, Jesús con sus palabras nos convierte en optimistas eternos.
  • El desconsuelo más grande, que le puede pasar a un cristiano, es no creer en las promesas de Jesucristo y en su poder, así mismo su justicia, porque Jesús no actúa solo, siempre está en relación con su Padre, buscando lo mejor para nosotros, y la certeza más plena que el príncipe de este mundo está condenado para siempre, porque el bien y el amor siempre triunfarán.

PRÁCTICA DIARIA

  • Orar por un amigo con estado de depresión.
  • San Agustín de Canterbury nos dice: ” Señor Dios enséñame, donde y como buscarte, donde y como encontrarte”.

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