MARTES, Quinta Semana de Pascua, 20 de mayo, (Ciclo C)

SANTO DEL DÍA

San Bernardino nació cerca de Siena en Italia . El niño quedó huérfano de padre y madre a los siete años. Dos tías se encargaron de su educación formándolo en ciencias religiosas. Era muy simpático en el trato y las gentes gozaban en su compañía. Pero cuando oía a alguien que empleaba un vocabulario grosero y atrevido le corregía con toda valentía, para que abandonara esa mala costumbre. Era muy bien parecido y los muchachos de su clase lo incitaban a cometer actos impuros, pero él se mantuvo firme en sus principios.

De joven se afilió a una asociación piadosa llamada “Devotos de Nuestra Señora” que se dedicaba a hacer obras de caridad con los más necesitados. Estalló en Siena la epidemia de tifo negro, entonces Bernardino y sus compañeros de la asociación se dedicaron a atender a los apestados, este grupo de jóvenes se libró del contagio de la peste del tifo. Pero cuando pasó la enfermedad, Bernardino duró varios meses postrado en cama, con alta fiebre. Esto haría que aumentara la santidad de su alma. Tiempo después entró de religioso franciscano, pidió que lo enviaran a un lugar alejado de sus conocidos y familia. Una vez ordenado, San Bernardino recorre pueblos, ciudades y campos predicando de una manera que antes la gente no había escuchado, esta era su misión convertir corazones a Jesucristo. Recorrió todo su país (Italia) a pie, predicando. Cada día predicaba bastantes horas y varios sermones. Por todas partes llevaba y repartía un estandarte con estas tres letras: JHS (Jesús, Hombre, Salvador) .Durante 80 días predicó en Roma e hizo allí 114 sermones con enorme éxito, acompañaba sus predicaciones con admirables milagros y prodigios Verdaderamente Bernardino era un gran maestro de oratoria. Mientras viajaba por los pueblos predicando, con muy poca salud pero con un inmenso entusiasmo, se sintió muy débil y al llegar al convento de los franciscanos en Aquila, murió.

Evangelio del día

San Juan 14, 27-31a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.

Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el príncipe del mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que, como el Padre me ha ordenado, así actúo yo».

Palabra del Señor

  • La paz que Jesucristo nos da, es una paz que no se acobarda ante las adversidades de la vida, sino que en medio del caos aun sigue confiando. La herencia que Jesucristo nos dejo antes de partir fue exactamente la paz, Jesucristo nos anima a permanecer en él, ha mantenernos firmes ante tanta tribulación. Es verdad que en ocasiones nuestros corazones se encuentran turbados, inquietos, ansiosos, en este mundo actual es muy común ver muchas personas sintiéndose abrumados por el día a día, pero Jesús nos enseña a disfrutar de una paz permanente que sólo él nos ofrece.
  • Esta paz de Jesucristo, es la alegría máxima del resucitado en nuestro corazón, que nos da seguridad, convicción y esperanza, no quiere decir que la paz de Jesucristo nos libre de los sufrimientos sino que nos sostiene, la paz que el mundo ofrece es transitoria, no nos sentimos seguros en este momento, cualquier evento puede alterar esa paz que solo es externa, pero la paz de Jesucristo es interna , encontremos esa paz verdadera en nuestros corazones que así se caiga el mundo a mi alrededor Dios me sostiene en sus brazos eternos, oigan bien eternos. ¿Llevas a los demás esta paz, eres portador de ella?¿Manifiestas con tu vida que esta paz de Dios está en ti?

PRÁCTICA DIARIA

  • Comienza buscando la paz en el lugar donde vives con la serenidad en tu actar en medio de las dificultades.
  • San Bernardino de Siena nos dice: “¡Oh hombre, que tanta confianza tienes puesta en el mundo! ¿Has considerado alguna vez cuantos engaños se encierran en él?”

1 comentario en “MARTES, Quinta Semana de Pascua, 20 de mayo, (Ciclo C)”

  1. Carmen Amanda Sánchez Avila

    Que Jesús es paz y amor, nos dió ese ejemplo para que nosotros seamos instrumentos de paz de ejemplo y sintamos esa fuerza grande del Espíritu Santo en los momentos de dificultad, de miedos o tribulaciones que El está ahí diciéndonos no temas, no tengas miedo estoy contigo. Amén 🙏🙏

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *