DOMINGO, Segunda Semana De La Octava De Pascua,27 de Abril- (ciclo c)

SANTO DEL DIA

En la Iglesia Católica hoy celebramos la Fiesta de la Divina Misericordia, que fue instituida por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos por indicación de San Juan Pablo II, cada segundo Domingo de Pascua, la finalidad de esta celebración es dar a conocer la misericordia y el amor infinito que Dios tiene por todos los hombres. “Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores”, le dijo Jesús a Santa Faustina. “Las almas mueren a pesar de mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de mi Misericordia. Si no adoran mi misericordia morirán para siempre”, le dijo Cristo a la santa. Se recomienda rezar la Coronilla de la Divina Misericordia.

Evangelio del día

San Juan 20, 19-31

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».

Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».

Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».

Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».

Contestó Tomás:
«Señor mío y Dios mío!».

Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».

Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

Palabra del Señor

  • El Evangelio de hoy nos hace una invitación muy clara, ser portadores de paz en un mundo de guerras, de hogares en conflicto, de corazones llenos de venganza y rencor, de vidas con inseguridad y temor, de hijos maltratados, de Padres cansados, etc, a transformar nuestras manos y rostro imitando aquel que desde un inicio nos ofreció su paz, una paz que convierte y que sana.
  • Las dudas que a veces podemos tener hacen parte del proceso de la fe, no es lo opuesto a ella, en nuestro caminar hemos sido un Tomás, o nos hemos encontrado con él, es decir quienes buscan signos tangibles, nuestra misión no es criticar sino acompañar a quien tiene confusión, ofreciendo mi testimonio de vida en Cristo, es el signo más evidente de la presencia de Jesucristo.
  • Para creer no se necesita ver, es necesario una experiencia profunda con Jesucristo, en donde manifiesto como el Señor a transformado mi ser interior en un hombre nuevo, donde las acciones reflejan un Dios resucitado y vivo en medio de nosotros, cada vez que nos reunimos en nombre del Señor Jesucristo estamos sintiendo su paz.“La misericordia de Dios es nuestra liberación y nuestra felicidad. Vivimos de la misericordia y no podemos permitirnos estar sin misericordia: es el aire para respirar. Somos demasiado pobres para poner condiciones, necesitamos perdonar, porque necesitamos ser perdonados” Papa Francisco.

PRÁCTICA DIARIA

  • Practicar la paz en mi hogar, a través de mis acciones.
  • Hoy en la fiesta de la Divina Misericordia el Señor nos enseña a mirar con ojos de misericordia a nuestros hermanos como el Padre Santo nos ofrece su misericordia.

1 comentario en “DOMINGO, Segunda Semana De La Octava De Pascua,27 de Abril- (ciclo c)”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *