
SANTO DEL DIA
FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA (2000)
En la Iglesia Católica hoy celebramos la Fiesta de la Divina Misericordia, que fue instituida por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos por indicación de San Juan Pablo II, cada segundo Domingo de Pascua, la finalidad de esta celebración es dar a conocer la misericordia y el amor infinito que Dios tiene por todos los hombres. “Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores”, le dijo Jesús a Santa Faustina. “Las almas mueren a pesar de mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de mi Misericordia. Si no adoran mi misericordia morirán para siempre”, le dijo Cristo a la santa. Se recomienda rezar la Coronilla de la Divina Misericordia.
Evangelio del día
San Juan 20, 19-31
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- El Evangelio de hoy nos hace una invitación muy clara, ser portadores de paz en un mundo de guerras, de hogares en conflicto, de corazones llenos de venganza y rencor, de vidas con inseguridad y temor, de hijos maltratados, de Padres cansados, etc, a transformar nuestras manos y rostro imitando aquel que desde un inicio nos ofreció su paz, una paz que convierte y que sana.
- Las dudas que a veces podemos tener hacen parte del proceso de la fe, no es lo opuesto a ella, en nuestro caminar hemos sido un Tomás, o nos hemos encontrado con él, es decir quienes buscan signos tangibles, nuestra misión no es criticar sino acompañar a quien tiene confusión, ofreciendo mi testimonio de vida en Cristo, es el signo más evidente de la presencia de Jesucristo.
- Para creer no se necesita ver, es necesario una experiencia profunda con Jesucristo, en donde manifiesto como el Señor a transformado mi ser interior en un hombre nuevo, donde las acciones reflejan un Dios resucitado y vivo en medio de nosotros, cada vez que nos reunimos en nombre del Señor Jesucristo estamos sintiendo su paz.“La misericordia de Dios es nuestra liberación y nuestra felicidad. Vivimos de la misericordia y no podemos permitirnos estar sin misericordia: es el aire para respirar. Somos demasiado pobres para poner condiciones, necesitamos perdonar, porque necesitamos ser perdonados” Papa Francisco.
PRÁCTICA DIARIA
- Practicar la paz en mi hogar, a través de mis acciones.
- Hoy en la fiesta de la Divina Misericordia el Señor nos enseña a mirar con ojos de misericordia a nuestros hermanos como el Padre Santo nos ofrece su misericordia.
Hermosa reflexión! Que la misericordia que acompañó a nuestro querido papa Francisco sea la ruta segura para llegar al cielo.