MARTES,-15 de Abril-Sexta Semana de Cuaresma (ciclo C)-2025

SANTO DEL DÍA

San Damián nace en Bélgica en un municipio llamado Tremelo, desde pequeño ya sentía el llamado a misionar en tierras lejanas, un día con tan solo ocho años de edad junto a su hermana escaparon como ermitaños a una montaña, su familia se asustó tanto, pero un campesino al verlos los regresó a casa. Ayudó a sus Padres en las actividades de campo y de construcción pues eran pobres. Luego fue enviado a Bruselas a estudiar donde muchos se reían de él por ser campesino, pero esto acabaría una vez cuando se defendiera, entonces lo respetaron y allí comenzó a ganar amistades, tiempo después le escribió a sus Padres que quería ser religioso en la comunidad de los sagrados Corazones, cuando un religioso que iva a misionar a las islas Hawai , se enfermó pidieron a San Damián ir en su reemplazó, él con obediencia y deseo aceptó. Una vez ordenado sacerdote lo enviaron a una de las islas de Hawai, las Primeras noches las pasó debajo de una palmera, porque no tenía casa para vivir, la mayoría de las personas de la isla eran protestantes, pero él con algunas personas se las ingenio para construir un casita hecha de paja y allí celebrar la misa y catequizar, luego uno a uno se fue convirtiendo al catolicismo, curo a muchos enfermos. Existía una isla maldita llamada molokai, en aquel lugar habían muchos leprosos y eran desterrados y excluidos por su condición, muchos se entregaban a los vicios, así que el santo al ver esta situación, pidió al obispo irse a vivir con ellos, al llegar muchos lo recibieron con alegría, catequizó, enseño música, atendió a los enfermos mas abandonados, mantenía ocupados a muchos para que no cayeran en vicios, enviaba cartas con peticiones a Alemania para que le enviaran donativos, hasta protestantes ayudaban con la misión, él necesitaba confesarse, pero le habían prohibido salir de la isla para no contagiar a nadie de lepra, así que un día donde llegaban los donativos había un sacerdote y a grito entero se confesó pues no lo dejaban entrar en la barca, hacía de todo, construía, cavaba tumbas, enterraba, construía ataúdes, compartía todo con los leprosos, hasta que llegó a contagiarse, haciéndose uno como ellos, se fue deformando poco a poco, tiempo después el capitán del barco que lo trajo por primera vez a las islas Hawai vino en su búsqueda para confesarse, y este hombre cambió, años después muere como leproso voluntario, por su gran caridad el cielo ganó sin duda alguna.

Evangelio del día

San Juan 13, 21-33. 36-38

En aquel tiempo, estando Jesús a la mesa con sus discípulos, se turbó en su espíritu y dio testimonio diciendo:
«En verdad, en verdad os digo: uno de vosotros me va a entregar».

Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía.

Uno de ellos, el que Jesús amaba, estaba reclinado a la mesa en el seno de Jesús. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quién lo decía.

Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó:
«Señor, ¿quién es?».

Le contestó Jesús:
«Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado».

Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote. Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo:
«Lo que vas a hacer, hazlo pronto».

Ninguno de los comensales entendió a qué se refería. Como Judas guardaba la bolsa, algunos suponían que Jesús le encargaba comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres.

Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche.

Cuando salió, dijo Jesús:
«Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros. Me buscaréis, pero lo que dije a los judíos os lo digo ahora a vosotros:
“Donde yo voy no podéis venir vosotros”».

Simón Pedro le dijo:
«Señor, ¿adónde vas?».

Jesús le respondió:
«Adonde yo voy no me puedes seguir ahora, me seguirás más tarde».

Pedro replicó:
«Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Daré mi vida por ti».

Jesús le contestó:
«¿Conque darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes de que me hayas negado tres veces».

Palabra del Señor

  • El ser humano desde siempre es un proyecto de Dios. Desde el vientre de nuestra Madre somos escogidos, elegidos y enviados.
  • En el Evangelio de hoy, el ser humano siempre va a tener dos caminos: uno el de Judas y el otro el de Pedro, el primero sino hay arrepentimiento nos lleva a la destrucción y a la muerte, el segundo nos lleva a la conversión y por ende a la salvación, y servicio hasta que duela.
  • ¿ cuál es nuestra actitud frente a los pecados que cometemos?¿Estamos dispuestos a arrepentirnos o a tomar el camino fácil en la que el remordimiento te hace dolor el alma pero no te hace cambiar de vida?

PRÁCTICA DIARIA

  • Buscar siempre el arrepentimiento de nuestros pecados.
  • San Damián de Molokai dijo: “La muerte voluntaria es el principio de una vida nueva”

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