
SANTO DEL DÍA
SANTA MATILDE (895-968)
Santa Matilde crece en un convento educada en la piedad, sus Padres le confiaron su crianza a su abuela paterna, en su juventud se casó con Enrique duque de Sajonia (Alemania), en su matrimonio tuvo seis hijos entre ellos el conocido Otón primero, emperador de Alemania. Su esposo ganó muchas batallas en las que él siempre se sentía seguro y gran parte de ellas victoriosas por la oración de su esposa, una vez Enrique fue nombrado rey, ella se convirtió en reina, pero nunca dejó a nadie sin atender, su humildad era excepcional, su ayuda con los más pobres eran acciones que admiraba su esposo, tiempo después él muere y Santa Matilde ofrece ante el altar su pena y no volver a usar joyas. Tiempo después su hijo Enrique quería el poder de su hermano Otón y le declara la guerra, entonces el emperador Otón pensó que su Madre estaba a favor de su hermano Enrique, este decide expulsarla del palacio, y ella sin más remedio se marcha a un convento, y comenzó a orar ferviente por sus dos hijos, luego ellos hicieron las pases cuando Enrique fue nombrado Duque de Baviera, pero estos dos hermanos se fueron en contra de Santa Matilde exponiéndola a humillaciones para que les entregara las riquezas que según ella se las había dado a los pobres. Años después comenzó a irles mal a los hermanos y pidieron perdón a su Madre y la regresaron a Castillo para que siguiera repartiendo limosnas, Santa Matilde fundó conventos y muere anciana.
Evangelio del día
San Mateo 5, 20-26
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de juicio.
Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil” tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “necio”, merece la condena de la “gehena” del fuego.
Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Con el que te pone pleito procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- ¿Has practicado la justicia del corazón?, pues está justicia no sólo evita las situaciones de injusticia, sino que nos motiva hacer el bien a todos, incluso aquellos con quienes no tenemos afinidad. Cuando estamos con resentimientos con alguna persona, nuestra relación con Dios se ve afectada, pues somos todos hermanos de un mismo Padre. En nuestra Iglesia antes de participar, bien sea de la Eucaristía o de cualquier actividad apostólica, debemos procurar estar en paz con los demás, de esta manera acrecentamos nuestra fe, pues para adorar verdaderamente al creador se debe primero estar reconciliados y unidos en el amor con nuestros hermanos.
- Postergar la reconciliación afecta la misión evangelizadora, Jesucristo nos pide el Perdón inmediato y sincero con quienes hemos tenido dificultades o diferencias, para el Señor estar enojado con el otro es comparado con asesinato, estamos con derecho a enojarnos con el mal que nos hacen, pero este sentimiento debe no quedarse en el corazón, ni producir odio con quien comete la ofensa, se debe perdonar siempre y de manera rápida, así nuestro interior estaré en paz y tranquilidad.
- Perdonar no es fácil pero no es imposible, el perdón nos transforma, nos libera, nos motiva a seguir amando y sirviendo, fortalece nuestras comunidades de fe, nos hace más humanos más hijos de un mismo Padre, nos sentimos perdonados por él, y nos convertimos en cristianos auténticos que reflejan el mensaje de aquel que murió por amor en la cruz.
PRÁCTICA DIARIA
- Hoy recordaré a aquellas personas que me han causado mal, perdonaré y oraré por ellas.
- Santa Matilde nos enseña a todas la mujeres a ser generosas y asiduas a la oración diaria.