
SANTO DEL DÍA
SAN ONÉSIMO (+95)
San Onésimo fue un esclavo que se convirtió al cristianismo gracias a la predicación de San Pablo, era muy reconocido en Colosa de Frigia, un día cuando se escondía de su amo por haberle robado, conoce a San Pablo estando este preso en Roma, allí se convierte y se bautiza, luego el apóstol lo envía a Filemón quien lo perdona y lo pone en libertad, se dice que fue ordenado Obispo de Efeso y predicó el Evangelio, a causa del nombre de Jesús es puesto preso y muere lapidado.
Evangelio del día
San Lucas 6, 17.20-26
En aquel tiempo, Jesús bajó del monte con los Doce, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.
Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les decía:
«Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados.
Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
Bienaventurados vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre.
Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas.
Pero, ¡ay de vosotros, los ricos, porque ya habéis recibido vuestro consuelo!
¡Ay de vosotros, los que estáis saciados, porque tendréis hambre!
¡Ay de los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis!
¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que vuestros padres hacían con los falsos profetas».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- En el Evangelio de hoy Jesús a los hombres y a las mujeres los invita a estar felices en cuanto al servicio a los hermanos, despojarse del mundo materialista para vivir la verdadera felicidad que se basa en negarse así mismo para donarse por completo a Jesús. Las bienaventuranzas son formas de vivir al ejemplo de Jesucristo que permite poner los ojos al cielo y vivir en este mundo haciendo la voluntad de Dios conscientes que la recompensa será grande en su reino de amor.
- Pero también Jesucristo le advierte aquellos que gozan felicidades naturalistas y temporales, aquellos que el orgullo los ha envuelto, para que reflexionen, dejen de buscar su propio bienestar y busquen el de los demás. Jesús expresa pena para quienes piensan en si, para quienes se acomodan ignorando el sufrimiento de los hermanos.
- En esta vida lo que debemos procurar es buscar los bienes de arriba, esmerarnos por alcanzar el cielo y por ser salvados, sufriendo con los demás y ayudándonos mutuamente en la construcción del reino, las bienaventuranzas deben ser para nosotros reglas de oro que nos mantengan firmes sin desviarnos del camino que nos conduce a Jesucristo.
- Cumplir con las bienaventuranzas nos hará seres dichosos y cada sufrimiento acá en la tierra será un premio en el cielo, debemos llevar nuestra cruz de cada día con dignidad y amor pues seremos recompensados, No busquemos el aplauso de este mundo sino el rechazo que será signo de que estamos con Jesús, pues sepamos que primero lo odiaron a él , pero nos enseña que seremos vencedores por medio de su nombre y participes de la patria celestial.
PRÁCTICA DIARIA
- Ser alegres con las cosas que poseemos y compartirlas con los demás.
- San Onésimo nos enseña a donar nuestra vida terrenal por la vida eterna.