MIERCOLES,-29 de Enero-Tercera Semana del Tiempo Ordinario (ciclo C)-2025

SANTO DEL DÍA

SAN SABINIANO(+606)

San Sabiniano nace en la Isla de Samos, su conversión se dio a que leyó la biblia y comenzó a predicar en Galia, donde convirtió a muchos paganos romanos y el emperador Aurelio lo detuvo preso, el fuego ni las lanzas lo hirieron, fue enviado por Gregorio I como nuncio apostólico a Constantinopla, pero su cargo no lo desempeño muy bien a tal punto de no llenar las expectativas de Gregorio I, luego llega a Roma para suceder a Gregorio como Papa, su pontificado se desarrollo por el temor a los lombardos y por la hambruna, al pasar la tribulación San Sabiniano abrió los graneros de la Iglesia y vendió el maíz , se dice que fue tratado como avaro, restauró al clero secular con monjes a cargo, fue decapitado, considerado mártir de la diócesis de Troyes.

Evangelio del día

san Marcos 4,1-20

En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago, y se reunió una muchedumbre tan grande, que Jesús tuvo que subir en una barca; ahí se sentó, mientras la gente estaba en tierra, junto a la orilla. Les estuvo enseñando muchas cosas con parábolas y les decía:

“Escuchen. Salió el sembrador a sembrar. Cuando iba sembrando, unos granos cayeron en la vereda; vinieron los pájaros y se los comieron. Otros cayeron en terreno pedregoso, donde apenas había tierra; como la tierra no era profunda, las plantas brotaron enseguida; pero cuando salió el sol, se quemaron, y por falta de raíz, se secaron. Otros granos cayeron entre espinas; las espinas crecieron, ahogaron las plantas y no las dejaron madurar. Finalmente, los otros granos cayeron en tierra buena; las plantas fueron brotando y creciendo y produjeron el treinta, el sesenta o el ciento por uno”. Y añadió Jesús: “El que tenga oídos para oír, que oiga”.

Cuando se quedaron solos, sus acompañantes y los Doce le preguntaron qué quería decir la parábola. Entonces Jesús les dijo: “A ustedes se les ha confiado el secreto del Reino de Dios; en cambio, a los que están fuera, todo les queda oscuro; así, por más que miren, no verán; por más que oigan, no entenderán; a menos que se arrepientan y sean perdonados”.

Y les dijo a continuación: “Si no entienden esta parábola, ¿cómo van a comprender todas las demás? ‘El sembrador’ siembra la palabra.

‘Los granos de la vereda’ son aquellos en quienes se siembra la palabra, pero cuando la acaban de escuchar, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos.

‘Los que reciben la semilla en terreno pedregoso’, son los que, al escuchar la palabra, de momento la reciben con alegría; pero no tienen raíces, son inconstantes, y en cuanto surge un problema o una contrariedad por causa de la palabra, se dan por vencidos.

‘Los que reciben la semilla entre espinas’ son los que escuchan la palabra; pero por las preocupaciones de esta vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás, que los invade, ahogan la palabra y la hacen estéril.

Por fin, ‘los que reciben la semilla en tierra buena’ son aquellos que escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha: unos, de treinta; otros, de sesenta; y otros, de ciento por uno”.

Palabra del Señor

  • Jesús utilizaba parábolas para enseñarles los secretos del Reino, una forma particular de comunicar su mensaje salvador a los incrédulos de manera oculta y se los explicaba en privado a sus discípulos claramente. El señor observa las actividades simples de la vida ordinaria para anunciar sus palabras, y poder llegar con facilidad y tocar los corazones de aquellos que no podían ver ni escuchar su mensaje a profundidad.
  • En el Padre Nuestro que rezamos cada día nos olvidamos que pedimos una y otra vez su reino venga a nosotros pero no hacemos nada para que su voluntad se de en nuestra vida y no hacemos ni el más mínimo esfuerzo para que ese reino se expanda fuera de nosotros mismos. ¿Es nuestra vida el terreno fértil que Dios quiere para depositar la semilla de la palabra y esta de fruto?. Es nuestra actitud y disposición la que da respuesta a esta pregunta, muchos son los caminos que decide nuestra vida tomar, si ser tierra infértil o fértil, es decisión de cada uno, pues recordemos que amar a Dios es una iniciativa que se da y surge en nuestro interior, no debe ser impuesta, escuchar su palabra se da libremente , pero depende exclusivamente de nosotros si decidimos dejarla germinar y obtener la salvación. El enemigo esta buscando arrebatar y confundir nuestra creencia en Dios, y aun más cumplir sus mandatos, pero es tarea nuestra abonar el terreno que se nos ha dado en este mundo, aumentar nuestra fe, y vivir con esperanza son los fertilizantes que mantendrán nutrido nuestro amor a Jesucristo. Que lindo es Dios que nos permite dar poco o mucho pero siempre nos tiene en cuenta, pues él ve la intención del hombre. Debemos ser agradecidos con Jesús pues nos ha revelado su plan de salvación solo nos queda abrir los ojos del alma y reconocerlo en nuestra vida.

PRÁCTICA DIARIA

  • Examinar en mi vida que aspectos limitan que la palabra de mucho fruto en mi y se expanda a los demás.
  • San Sabiniano nos enseña a leer la Palabra de Dios para obtener de ella la conversión

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