SANTO DEL DÍA
BEATO URBANO V (1310-1370)
Nace en Languedoc (Francia), ingresó de monje benedictino, fue superior de varios conventos de su misma comunidad y lo nombraron Nuncio o embajador por sus cualidades, un día se enteró de que había sido escogido como Papa, pues el Sumo pontífice Inocencio VI había muerto y debía sucederlo, basto solo un día para ser consagrado obispo y Papa. En su pontificado se propuso quitar los lujos de sus colaboradores y procurar quienes estaban al rededor de él llevarán una vida cristiana. Fundó una academia de Medicina. Con la ayuda de los franciscanos y los dominicos emprendió la Evangelización en varios países, además comenzó a trabajar por aquellos lugares de Roma que estaban en total deterioro, sus templos especialmente, fue el primer Papa que se fue a vivir al Vaticano, una vez cae enfermo se dirige a Francia, pero Santa Brígida le dijo que si abandonaba a Roma moriría y así fue, al irse catorce días después muere.
Evangelio del día
San Lucas 1, 5-25
En los días de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón, cuyo nombre era Isabel.
Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada.
Una vez que Zacarías oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según la costumbre de los sacerdotes, le tocó en suerte a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso.
Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor.
Pero el ángel le dijo:
«No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría y gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; estará lleno del Espíritu Santo ya en el vientre materno, y convertirá muchos hijos de Israel al Señor, su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, “para convertir los corazones de los padres hacia los hijos”, y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto».
Zacarías replicó al ángel:
«¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada».
Respondiendo el ángel, le dijo:
«Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado para hablarte y comunicarte esta buena noticia. Pero te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento oportuno».
El pueblo, que estaba aguardando a Zacarías, se sorprendía de que tardase tanto en el santuario. Al salir no podía hablarles, y ellos comprendieron que había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba por señas, porque seguía mudo.
Al cumplirse los días de su servicio en el templo, volvió a casa. Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir de casa cinco meses, diciendo:
«Esto es lo que ha hecho por mí el Señor, cuando se ha fijado en mí para quitar mi oprobio ante la gente»..
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- El Evangelio de este día muestra la poca fe que hay en la vida de los seres humanos, en momentos de dificultad sólo se queda en pensamientos impositivos incapaces de trascender lo impensable, para Zacarías era casi imposible el milagro de la paternidad que tanto oro , pero para Dios todo es posible y si el hombre desea se cumple según sea su voluntad.
- En este tiempo de adviento se cuenta una a una las historias previas al nacimiento de Jesucristo, se proclama la esperanza, y se prepara el camino de conversión que dispone el corazón de cada hombre a la espera del Mesías, con este pasaje se revela los grandes prodigios que Dios hace donde no importa ni la edad, ni las enfermedades, sólo basta la fe, la confianza para dejar obrar a Dios.
- ¿Somos como Zacarías, o tenemos fe al orar?, no podemos imponer a Dios nuestra voluntad, debemos dejar que su presencia se manifieste en grandes milagros, cuantas veces insistimos en una petición pero sin confianza, oramos y dudamos, no dejamos escuchar la voz de Dios que se manifiesta como un eco en nuestros corazones, no perdamos el tiempo en que si servimos a Dios todo nos debe salir bien, al contrario Jesús nos revela en su palabra que si estamos dispuestos a seguirlo que nos prepararemos para la prueba.
- Muchas veces nuestra vida estéril, no nos deja tener fe, la fe queridos hermanos no es esperar con angustia, es abandonarnos en las manos de Dios y dejar que él obre, en este tiempo de adviento nuestra esperanza se basa en vivir sirviendo siempre consientes a la venida de Jesús, preparados a su encuentro y dispuestos a recibirlo siempre sin esperar nada más que la salvación de nuestras vidas.
PRÁCTICA DIARIA
- Pedir al Señor todos los días nos aumente la fe.
- San Urbano nos enseña a obedecer siempre a la voluntad de Dios.