MIERCOLES, Trigésimo Tercera Semana del Tiempo Ordinario (ciclo b) -20 de Noviembre, 2024

SANTO DEL DÍA

SAN EDMUNDO (841-870)

San Edmundo fue coronado rey de Estanglia (Inglaterra) con tan solo catorce años de edad, fue un gran modelo de los buenos príncipes, busca siempre la paz para su pueblo, es recto y neutral ante los temas de justicia, ayuda a los huérfanos, viudas y necesitados, resalta los valores de quienes son marginados, a la llegada de los piratas daneses capitaneados por los hermanos Hingaro y Hubba generan en el pueblo miedo y destruyen todo a su paso, estos adversarios reflejaban el odio por los cristianos, así que comienzan a saquear templos, monasterios, y a asesinar a todos los que profesan la fe cristiana, una muestra fue en el monasterio de Coldinghan, donde la abadesa santa Ebba fue degollada con todas sus monjas, San Edmundo organiza un pequeño ejercito para combatir a los enemigos de la fe, pero decide esconderse para no dar muerte aquellos y provocar su condenación, una vez encontrado por los piratas lo obligan a renegar de su fe y atentar contra su pueblo, rechaza tal propuesta entonces es azotado, y decapitado.

Evangelio del día

San Lucas 19,11-28

En aquel tiempo, Jesús dijo una parábola, porque estaba él cerca de Jerusalén y pensaban que el reino de Dios iba a manifestarse enseguida.
Dijo, pues:
«Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después.
Llamó a diez siervos suyos y les repartió diez minas de oro, diciéndoles:
“Negociad mientras vuelvo”.
Pero sus conciudadanos lo aborrecían y enviaron tras de él una embajada diciendo:
“No queremos que este llegue a reinar sobre nosotros”.
Cuando regresó de conseguir el título real, mandó llamar a su presencia a los siervos a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno.
El primero se presentó y dijo:
“Señor, tu mina ha producido diez”.
Él le dijo:
“Muy bien, siervo bueno; ya que has sido fiel en lo pequeño, recibe el gobierno de diez ciudades”.
El segundo llegó y dijo:
“Tu mina, señor, ha rendido cinco”.
A ese le dijo también:
“Pues toma tú el mando de cinco ciudades”.
El otro llegó y dijo:
“Señor, aquí está tu mina; la he tenido guardada en un pañuelo, porque tenía miedo, pues eres un hombre exigente que retiras lo que no has depositado y siegas lo que no has sembrado”.
Él le dijo:
“Por tu boca te juzgo, siervo malo. ¿Conque sabías que soy exigente, que retiro lo que no he depositado y siego lo que no he sembrado? Pues ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses”.
Entonces dijo a los presentes:
“Quitadle a este la mina y dádsela al que tiene diez minas”.
Le dijeron:
“Señor, ya tiene diez minas”.
Os digo: “Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y en cuanto a esos enemigos míos, que no querían que llegase a reinar sobre ellos, traedlos acá y degolladlos en mi presencia”».
Dicho esto, caminaba delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén.

Palabra del Señor

  • ¿Cómo has utilizado tu libertad para conservar y producir muchos frutos con la dignidad de hijo que Dios te ha concedido?, ¿has malgastado o enriquecido tu vida, esa mina de inmenso valor? cumplir la misión que se ha encomendado y por la que se debe dar cuentas es un trabajo arduo que se hace día a día, es confiar en que puedo dar más de lo que recibí de Dios.
  • ¿Cuántos dones has recibido y que has hecho con ellos, que has producido el bien o el mal?, en esta parábola se nos habla de un tiempo, Jesucristo siempre nos habla de un rendir cuentas, cuanto amor nos tiene que siempre nos pone alerta para que nos esforcemos, en esta época del año en el que ya finaliza debemos hacer una evaluación de todo aquello que hemos producido espiritualmente, si nos hemos donado por completo al deber de cristianos, o hemos tenido miedo a arriesgar nuestra estabilidad material, prefiriendo buscar el reino de Dios antes que otra cosa, esto no es una fabula contada para asustar a las gentes es una realidad que debemos asumir para ser herederos del reino de Dios.
  • Hoy debemos reflexionar ¿con cual de los servidores me veo representado, que debo mejorar para ser fiel a Dios con lo que me ha dado, como reacciono a aquellos tesoros que me ha concedido y que estoy dispuesto hacer para ser un buen servidor?.

  PRÁCTICA DIARIA

  • Poner al servicio de las comunidades, de mi parroquia, de mi familia, aquellos talentos que he tenido guardados para si y no he dejado que den fruto.
  • San Edmundo nos dice: “La vida es vida y sigue la ley de la existencia: el progreso”

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