VIERNES, Vigésimo Séptima Semana del Tiempo Ordinario (ciclo b) -11 de Octubre, 2024

SANTO DEL DÍA

SAN JUAN XXIII (1881-1963)

San Juan XXIII nació en Sotto il Monte (Italia), bautizado con el nombre de Angelo Giuseppe, sus padres eran campesinos, gracias a su padrino Zaverio se formó en la religión, años más tarde ingresa al seminario de Bérgamo, más adelante fue admitido en la Orden Franciscana seglar, escribía sobre la vida espiritual, también hizo un año de servicio militar. Una vez ordenado sacerdote en Roma, recibe el cargo de secretario del nuevo obispo de Bérgamo, desarrollo diferentes labores en la Iglesia, participo del sínodo, redacción del boletín diocesano, peregrinaciones, obras sociales, fue profesor de historia, apologética y demás, gran predicador. Tiempo después lo llamaron para que se desempeñará como sargento sanitario por la guerra que atravesaba Italia, al terminar permitió la apertura de la “Casa del estudiante” y laboro en la pastoral de estudiantes, luego fue nombrado director espiritual del seminario. También se dedicó en la Santa Sede a las misiones en Italia su lema episcopal era obediencia y paz. Años más tarde lo nombran delegado episcopal en Turquía y Grecia, era respetuoso al dirigirse a los Musulmanes, Ortodoxos, fue nombrado Papa y su pontificado duró menos de cinco años, le llamaron el papa bueno.

Evangelio del día

San Lucas 11,15-26

En aquel tiempo, habiendo expulsado Jesús a un demonio, algunos de entre la multitud dijeron:
«Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios».
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. Él, conociendo sus pensamientos, les dijo:
«Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra sí mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte su botín.
El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama.
Cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por lugares áridos, buscando un sitio para descansar, y, al no encontrarlo, dice:
“Volveré a mi casa de donde salí”.
Al volver se la encuentra barrida y arreglada.
Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí.
Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio».

Palabra del Señor

  • ¿Crees en el poder de Jesucristo para vencer el mal? en ocasiones dudamos del poder mesiánico del Maestro, vivimos con pensamientos malintencionados y dejamos a un lado la fe en quién es dueño de la vida y quien es capaz de librarnos del mal, pues él conociendo las artimañas del adversario tiene también la fuerza de combatirlo, el maligno puede suscitar en nosotros desconfianza y hasta incredulidad para hacernos caer en el error.
  • En la actualidad muchos suelen creer que no existe el demonio, que es una leyenda, una fantasía, incluso muchos caen en la desfachatez de ir a combatir el mal a base de magia negra, de lectura de cartas, de adivinación, engañándose de que el enemigo combatirá contra el mismo, y como Jesús no lo dice en el evangelio como puede un reino estar dividido contra si mismo.
  • No es raro ver a cristianos asistiendo a aquellos lugares en donde ni siquiera deberíamos entrar, eso es lo que quiere el maligno la confusión espiritual en nosotros, así que debemos tener cuidado al dialogar con el maligno, no podemos ignorar el poder liberador de Jesucristo que sin palabras manifiesta su victoria, pero debemos tener presente que el mal sigue actuando en el mundo y solo lo podremos derrotar con la ayuda del Señor.
  • Además Jesucristo nos hace una advertencia, de no ser presumidos, debemos estar alertas en no dejarnos arrastrar por el mal, o creernos inmunes a él, ya satanás esta derrotado y Cristo venció con su muerte, pero no debemos confiarnos, más bien debemos contribuir a expandir el reino de Dios que ha llegado a nosotros para quedarse hasta el fin de los tiempos. ¡vence el mal con el bien!

  PRÁCTICA DIARIA

  • Encomendarnos a Jesucristo para ser liberados y alcanzar la victoria que nos conduce a su reino. “Y líbranos del mal”
  • San Juan XXIII nos dice: “Nada de lo que ocurra a los hombres nos debe resultar ajeno”

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