
SANTO DEL DÍA
SAN LUIS BELTRÁN (1526-1581)
San Luis nació en Valencia en una familia rica, desde pequeño mostró su interés por la oración y la penitencia, se dice que a sus siete años pasaba horas enteras orando en su cuarto, leyó muchos libros de santos, decidió seguir el ejemplo de San Alejo y San Roque, dejando su casa para mendigar su sustento, ingresó a la orden de los Predicadores y después de su Ordenación sacerdotal se dedicó a la predicación. Luego enviado a América, en Colombia, donde catequizó, bautizó y levanto Iglesias, luego de regreso a España el Capítulo general de Aragón lo nombró predicador general. Durante años desempeño varios cargos en su Orden, tenia una gran devoción por las almas del purgatorio y muere a los cincuenta y cinco años en el palacio del patriarca San Juan de Ribera que era su gran amigo.
Evangelio del día
San Lucas 11,1-4
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:
«Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos».
Él les dijo:
«Cuando oréis decid: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en la tentación”».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- Una vez le preguntaron a un sacerdote cuál es la manera correcta de colocar las manos en la Santa Misa al rezar el Padre Nuestro , a lo que él contestó, la mejor forma es tener el corazón abierto a Dios, más que rezarlo de la mejor forma es vivirlo correctamente, ¿Tú como rezas el Padre Nuestro?, si eres de los que te preocupas como lo debes rezar, aún no has encontrado el sentido de este modelo de oración que Jesucristo nos enseño, esta oración contiene todo lo que debemos pedir a Dios, pero no es que vayamos a utilizarlo para imponer nuestra voluntad a Dios Padre, sino que este comunicarnos con él nos permite entender que es lo que Dios quiere de nosotros.
- Hoy en el Evangelio Jesucristo nos invita a hablar con Dios no de manera ajena y distante sino hablarle como un hijo le hablaría a su Padre, somos sus hijos y como tal debemos cumplir ese papel, Jesús nos enseño en la oración que no es él que habla más sino él que confía más, la oración es para discernir la voluntad de Dios, no para imponerle nuestra lista de peticiones, a Dios se le habla con amor, con confianza, sin miedo, escuchando más.
- La oración del Padre Nuestro nos confirma que es un ganar de ambas partes, el Padre gana y el hijo también, no podemos esperar el pan de cada día, misericordia para nuestros pecados, que Dios nos libre del mal, si antes no perdonamos, si antes no dejamos que se haga su voluntad.
- Nuestra oración es mecánica en muchos momentos, pero la oración que Dios quiere debe ser lo que aprendimos en las catequesis hablar cariñosamente con nuestro Padre, esta acción si se enfoca se potencializa, este buena práctica de la oración, debemos hacerla nuestro pan diario, pues nos permite escuchar su voz en nuestro interior dando respuesta a lo que pedimos.
PRÁCTICA DIARIA
- Rezar el Padre Nuestro todos los días de nuestra vida y vivirlo en la mejor forma de rezarlo.
- San Luis Beltrán nos dice: “Si tratase de agradar a los hombres no sería siervo de Jesucristo”.
La vocación está diseñada para que aportemos día a día enseñanzas de amor y afecto a los mas necesitados y, las oraciones son un signo de grandeza para nuestra alma y bienestar.