
SANTO DEL DÍA
SAN TOMÁS DE KEMPIS (1380-1471)
San Tomás fue un sacerdote y escritor, su escrito famoso “La imitación de Cristo”, un libro que ha tenido gran relevancia después de la Biblia, ha tenido 3.100 ediciones y aun sigue publicando, este humilde hombre nació en Kempis (Alemania), dedicado a la oración, obras de caridad, al estudio, y a dar consejos como director espiritual de muchas personas necesitadas. Creó una asociación muy útil con un grupo de personas que se llamo “Hermanos de la Vida Común”, que se dedicaban a una forma de vivir en particular que le llamaron “Devoción moderna”, encargados de orar, meditar la palabra, hacer obras de caridad. Años más tarde es ordenado sacerdote pero con dificultad, debido a que tenia tentaciones y no era fiel en la castidad, así que al alejarse con una asociación de canónigos logra hacerse sacerdote, durante muchos años fue escribiendo su libro más importante en cuatro partes narrando toda su vida en relación con Jesucristo, sus tentaciones antes del sacerdocio, las tribulaciones después de ordenado, de las recompensas en el cielo y la muerte y por último de la sagrada Eucaristía.
Evangelio del día
San Mateo 25,1-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo.
Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes.
Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas.
El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz:
“¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”.
Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas.
Y las necias dijeron a las prudentes:
“Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”.
Pero las prudentes contestaron:
“Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”.
Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta.
Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo:
Señor, señor, ábrenos.
Pero él respondió:
“En verdad os digo que no os conozco”.
Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- En el Evangelio de hoy el Señor presenta una parábola que interpela al ser humano a estar en vela, a esperar con esperanza y con amor ardiente a su venida en el día postrero, también revela que la prudencia hace verdaderos sabios, quien está con actitud alerta ante cualquier situación sabrá afrontar lo que pueda pasar malo o bueno, Jesús compara el reino como un banquete de bodas, en la que toda la raza humana esta invitada, pero participaran quienes hayan llenado sus vidas del aceite de la palabra y hayan sido luz para el mundo.
- Jesucristo quiere que cada persona no este dependiente de nadie, sino que en su corazón este encendida la luz de esperanza que permite dar claridad incluso en la oscuridad de las tribulaciones, que pueda responder al llamado del Rey de Reyes, sin tener ninguna clase de excusas cuando llame a su banquete de amor, una vida intachable pueda ser la respuesta a su llamado, la preparación del alma comprende una de las preocupaciones más importantes para la vida del hombre, es incierto vivir en este mundo, cuando la muerte llegue la satisfacción de la buenas obras será escuchar a Jesús decir entrad a mi banquete preparado para ustedes desde el inicio de mundo.
- Hoy más que nunca debemos estar alertas a la venida de nuestro salvador, pero tampoco debemos angustiarnos si estamos haciendo las cosas bien, debemos alegrarnos si nuestra vida esta en constante cambio y entrega al Señor, no podemos dejar apagar la llama de la fe, debemos encenderla siempre y alimentándola con las reservas que generan una vida en santidad, ya sabemos lo que Jesús nos pide en los evangelios, y es velar, si dormimos en las pasiones de este mundo, ocupando nuestros pensamientos en amar las cosas terrenales, pues nuestro corazón no buscará seguramente a Jesucristo, pero si nuestra conciencia vive buscando a Dios y hacer todo por él, ya tenemos ganado el cielo.
- La imprudencia nos hace cometer errores y perder la vida eterna, pensamos que nunca habrá un fin, pero para quienes creemos en Jesús esa es nuestra esperanza, saber que habrá un mañana a su lado donde será todo paz y amor, no desfallezcamos en la fe y no pensemos que esta lejos la venida de Jesucristo, no tengamos miedo y estemos más ben alertas a lo que vendrá y lo sabremos sobrellevar si nuestra vida esta fundamentada sobre la presencia de nuestro Jesús.
PRÁCTICA DIARIA
- Perseverar en hacer el bien.
- Santo Tomás Kempis nos dice: “Estate preparado para la batalla si quieres conseguir la victoria. Sin esfuerzo no hay paz, sin lucha no hay victoria”.