
SANTO DEL DÍA
SAN BERNARDO TOLOMEI (1272-1348)
San Bernardo nació en Siena educado en el Colegio de Santo Domingo de Camporeggio, estudió derecho, también atendía por las noches a los enfermos, y en este tiempo contrajo una ceguera grave, años más tarde siendo adulto decidió la vida de ermitaño junto con otros compañeros, se dedicaron a la oración, a la lectio divina y al silencio. Años más tarde fundo la Congregación Olivetana basada en la regla de san Benito, su hábito era de color blanco para manifestar la veneración a María, de ahí nació el monasterio de Santa María de Monte Oliveto Maggiore, que hacia alusión al Monte de los Olivos donde Jesús se retiraba a orar. San Bernardo se convirtió en abad de su mismo monasterio por más de veintiséis años hasta su muerte que resulto del contagio de Peste que por ese entonces asolaba a Siena.
Evangelio del día
San Mateo 19,23-30
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«En verdad os digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Lo repito: más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos».
Al oírlo, los discípulos dijeron espantados:
«Entonces, ¿quién puede salvarse?».
Jesús se les quedó mirando y les dijo:
«Es imposible para los hombres, pero Dios lo puede todo».
Entonces dijo Pedro a Jesús:
«Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?».
Jesús les dijo:
«En verdad os digo: cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna.
Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos primeros».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- Jesús en el Evangelio de hoy quiere utilizar las cosas que ve a su alrededor para anunciar su mensaje. Esta vez utiliza al camello y el ojo de una aguja, una analogía comparada con aquellos que quieren entrar en el reino de los cielos pero sus riquezas se lo impiden, su vida esta llena de orgullo y codicia e incluso ambición que terminarán en la perdición de sus almas, Jesús no quiere irse a los extremos, las personas pueden ser diligentes y trabajar por sus necesidades pero cuando estas cosas son el centro de sus vidas es ahí donde seguir a Jesús es complicado.
- Jesucristo invita a seguirle sin cargas, cuando la raza humana entienda que es un simple viajero en este mundo sabrá que la única herencia que se debe perseguir será el cielo, renunciar a una vida de lujos, y hasta la misma familia es lo que Jesús quiere, negarse así mismo y seguir adelante sin mirar atrás. Pedro quiere escuchar de Jesús que ganará quien decide seguirle, y Jesús expone solo tesoros celestiales que serán concedidos en un mundo venidero.
- Queridos hermanos hoy Jesús nos invita a despojarnos de aquello que nos impide seguirle,. En muchas circunstancias de la vida nos olvidamos que nada de lo que tengamos material en este mundo irá con nosotros después de la muerte, en cambio si nuestra vida tiene como objetivo principal servir como Jesús no lo enseña, ya lo terrenal no tiene valor. Jesús no quiere que seamos flojos, quiere que seamos gente emprendedora pero sin poner en primer lugar nuestras riquezas, saber que lo que tengo también debe beneficiar a los demás, pensando siempre en el bien común.
- A veces no basta con hacer el bien, debemos ser conscientes que lo hacemos por Jesús y para Jesús, no pensemos que hacer obras de caridad es suficiente para salvarnos, también debemos vivir con modestia, siempre pensando que todo lo que tengo Dios me lo dió y lo debo compartir, las riquezas me absorben y no me dejan perseguir la meta que es vivir con Jesús eternamente.
PRÁCTICA DIARIA
- Regalar a un necesitado aquello que tanto me gusta materialmente.
- San Bernardo nos dice: “Es hermoso morir por amor de Dios y al servicio de los hermanos”