
SANTO DEL DÍA
SAN JUAN EUDES (1601-1680)
San Juan Eudes nació en Francia, desde niño se reflejaba en él, el amor por Dios, cuando tenia catorce años ingresó al colegio de los jesuitas, pero su padres querían que se casara, él decidió entonces ir al seminario, años más tarde se ordena sacerdote, y comienza a trabajar por los enfermos ya que en Normandía se estaba atravesando por la peste, también comenzó a recoger mujeres de la calle para llevarlas a familias piadosas que las acogían y las motivaban a trabajar en labores decentes, luego después de muchos años con esta gran misión consigue una casa para albergar estas mujeres, después con la ayuda de Magdalena Lamy fundaron una Congregación que se llamó las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad del Refugio, un año después publicó un libro llamado. “La Devoción al Adorable Corazón de Jesús”, también escribió un tratado sobre “el Admirable Corazón de la Santísima Madre de Dios”, fundó seminarios ,su vida la dedicó al servicio de los pecadores y a convertir almas para Jesucristo, esmerándose también por formar sacerdotes santos.
Evangelio del día
San Mateo 19,16-22
En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó:
«Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?».
Jesús le contestó:
«¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos».
Él le preguntó:
«¿Cuáles?».
Jesús le contesto:
«No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo».
El joven le dijo:
«Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?».
Jesús le contestó:
«Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes, da el dinero a los pobres —así tendrás un tesoro en el cielo— y luego ven y sígueme».
Al oír esto, el joven se fue triste, porque era muy rico.
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- Jesús da una respuesta sincera al joven rico, este hombre creía haberlo hecho todo por amor a Dios, pero se había olvidado que estaba sujeto a sus riquezas que no le permitían ser libre para entregarse completamente al Señor, hizo una pregunta a Jesús que termino cuestionando su vida, quizás no era del todo feliz con lo que hacía había algo más que lo interpelaba, y era dejarlo todo por aquel que ofrece vida eterna, ser participe de esta vida eterna consiste en abandonarse y despojarse de todo aquello que me impide conocer a Jesucristo a profundidad.
- Jesús invita a la humanidad a trabajar y poner la vida misma al servicio de los demás, cuando las riquezas impiden la cercanía con Dios, cada cosa que se haga no tendrá sentido y solo se experimentará un vacío que causa tristeza y desolación, cuando se invierte todo esfuerzo por atesorar bienes terrenales descuidando los bienes celestiales se pone en peligro el cielo, cuando la visión esta puesta en donarse a los más pobres y vulnerables el camino de la perfección es la prioridad en la vida misma.
- Jesús hoy nos pregunta ¿ Que nos ata y no nos deja experimentar su amor?¿ En donde y en que estoy poniendo mi atención en este mundo, que me impide acercarme a él? debemos cada día examinar si realmente soy feliz y pleno con lo que hago, si solo existo para complacer al mundo, trabajar por Dios implica despojarnos del materialismo y lanzarnos a la aventura de la evangelización, pero no quiere decir que renunciemos a trabajar por nuestro sustento, sino que lo esencial en nuestra vida sea vivir por y para Jesucristo, siempre poniéndolo en primer lugar.
- En esta sociedad el que ama el dinero hace hasta lo imposible por conseguirlo, sujeto a la moda, a los lujos, se encierra en la riqueza del orgullo y el egoísmo que le impiden ver la necesidad del otro, como si cuando muriéramos todo no lo lleváramos, queridos hermanos no seamos ciegos e ignorantes, si la vida eterna se basa en buenas obras pero hasta darlo todo, hasta el extremo como lo hizo el mismo Jesús, Hoy este evangelio nos interpela y motiva a seguir a Jesús sin mirar atrás, sin importar cuanto tengamos o que bienes poseemos, nos pide entregarnos sin reservas hasta donar la misma vida en rescate de muchos. ¡Sigue a Jesucristo y ya nada más importará porque a sus pies encontraremos la verdadera felicidad!
PRÁCTICA DIARIA
- Practicar la virtud de la generosidad, compartiendo de mis posesiones.
- San Juan Eudes “Si deseas ser cristiano de verdad y discípulo de Cristo, y expresar y continuar con tu vida santa y desprendida de todo, es indispensable que tú también te desprendas en forma absoluta y universal, del mundo y de las cosas del mundo”.