
SANTO DEL DÍA
SAN ARNULFO (580-640)
San Arnulfo fue un hombre dedicado a los asuntos de Estado y también obispo, hijo de una familia franca, cuando estudiaba en la escuela siempre se destaco por su talento y cuando creció fue enviado a Austrasia para prepararse en las ramas del gobierno de su tiempo. Por su habilidad en los temas de Estado llego hacer comandante militar y tuvo a cargo a seis provincias .Años más tarde se casó con una mujer franca con la que tuvo dos hijos, en su vida nunca olvido a Dios apesar de que muchos honores mundanos podían hacer desviar su mirada de las cosas espirituales, pues siempre andaba frecuentando monasterios para hacer un retiro que le ayudará a encontrar definitivamente a Dios. Después participo de la vida religiosa y tiempo después lo nombran obispo encargándose de los asuntos del gobierno eclesiástico, pero también laborando en la administración del estado de su ciudad, luego de un tiempo se cansó de atender a los dos gobiernos y se dedico a la vida de ermitaño junto con su amigo Romarico y juntos se dirigieron a Vosgos para dedicarse a la oración allí mueren agradando a Dios.
Evangelio del día
San Mateo 11,28-30
En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- Jesús siempre está haciendo una invitación para los hombres, “venid”, y esta vez la hace a quienes sufren, y se encuentran angustiados para que compartan con él sus preocupaciones, para que entienda que con su presencia las cargas se hacen más llevaderas, todo se hace liviano.
- Jesucristo no solo invita sino que enseña a que se aprenda de sus hermosas cualidades que emanan de su corazón, la humildad y la mansedumbre, quien está dispuesto a ser evangelizador o testigo suyo debe tomar su cruz de cada día y avanzar sin desfallecer.
- La humildad nos permite entender los designios de Dios, a entender que no hay redención sin cruz, y que las pruebas de esta vida nos pulen en la fe que nos hacen más fuertes para llegar al cielo, venimos a este mundo no ha sufrir, sino a cumplir un propósito con toda clase obstáculos que debemos sobrellevar para llevar a cabo nuestro papel de cristianos. Muchos nos dicen paren de sufrir, pero Jesús nos enseña en la Iglesia a aprender a sufrir, el sufrimiento siempre hará parte de nuestra vida.
- La paz de Dios y su calma sólo se encontrará cuando nuestra conexión con su corazón lleno de amor sea constante y permanente, es ahí cuando todo con Jesucristo se lleva con amor y alegría, estamos equivocados si pensamos que con nuestras propias fuerzas venceremos el mal, no somos más que instrumentos de Dios y nos movemos por su gracia y voluntad, claro está si queremos hacer el bien, tomemos el ejemplo del Señor para llevar una vida en total santidad, que aunque tropecemos podamos levantarnos y seguir.
PRÁCTICA DIARIA
- Tener la imagen del sagrado corazón de Jesús en casa.
- San Arnulfo nos enseña a servir en las cosas ordinarias según la voluntad de Dios.