LUNES, Décimocuarta Semana del Tiempo Ordinario (ciclo b) -08 de julio, 2024

SANTO DEL DÍA

SAN ADRIANO III (+885)

San Adriano en el año 884 fue nombrado papa de la iglesia en un lapso de tiempo muy corto, debido a que murió en Módena (Italia) durante un viaje que realizó para encontrase con el emperador Carlos el Gordo para tratar algunos temas, decidió aceptar la invitación pero no logró llegar, San Adriano duró solo 17 meses en el pontificado, en el momento que estuvo como papa ayudo a muchos necesitados pues en ese tiempo se estaba pasando por una carestía haciendo todo lo imposible para lograr sobrellevar esta escases que amenazo a muchos en aquella región.

Evangelio del día

San Mateo 9,18-26

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se acercó un jefe de los judíos que se arrodilló ante él y le dijo:
«Mi hija acaba de morir. Pero ven tú, impón tu mano sobre ella y vivirá».
Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos.
Entre tanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la orla del manto, pensando que con solo tocarle el manto se curaría.
Jesús se volvió y al verla le dijo:
«¡Ánimo, hija! Tu fe te ha salvado».
Y en aquel momento quedó curada la mujer.
Jesús Llegó a casa de aquel jefe y, al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo:
«¡Retiraos! La niña no está muerta, está dormida».
Se reían de él.
Cuando echaron a la gente, entró él, cogió a la niña de la mano y ella se levantó.
La noticia se divulgó por toda aquella comarca.

Palabra del Señor

  • El Evangelio de hoy narra dos milagros que Jesús realizó en su vida pública, y las protagonistas son mujeres, una que ha sido resucitada y otra sanada, la compasión de Jesucristo se refleja en quien implora su ayuda, esta vez lo hace con un jefe de los judíos que cree en su acción salvadora capaz de devolver la vida a quien la ha perdido, este episodio merece toda admiración, y la fe de una mujer enferma, que sobrepasa todo entendimiento, Jesús motiva a quienes son marginados  a que  caminen con fe, una fe que mueve, y que impulsa a arriesgarse en esta vida para ser saciados de la misericordia de Dios y liberados de las cadenas del pecado, incluso en aquello que creemos imposible.
  • La muerte es quizás un tema bastante doloroso cuando llega a tocar una familia, pero si la muerte se ve como una ganancia como dice Pablo en las sagradas escrituras, si la fe en Jesucristo es inamovible, él dará vida eterna después de la muerte y esto se logra mediante la esperanza, cuando se comprende que morir en Cristo se tiene la certeza de resucitar a una nueva vida, es Jesucristo el unico capaz de devolver la salud, aquella mujer tenía una oportunidad en su vida para recobrar la salud, buscó la mejor alternativa para obtener lo que anhelaba, tocando el manto del Maestro.
  • Jesucristo una vez más nos anima a confiar en su bondad, pero nos pide que sólo tengamos fe para ver  grandes prodigios en nuestra vida, él nos ofrece vida en abundancia, y nos regala la salud para disfrutar las maravillas que observamos y que a veces no agradecemos, nos toma de la mano y nos invita a caminar en su amor, a reconocerle como la fuente que da vida eterna y que restaura corazones enfermos, sólo basta acercarnos en la oración implorando su amparo y protección.
  • La esperanza, la fe y el amor son armas poderosas que nos permiten vencer en este mundo enfermo y agonizante, debemos abandonarnos en los brazos de Cristo, y con actos de humildad dejar que sea él que dirija nuestra vida, pues conociendo todo de nosotros no dejará que muramos y nos hundamos en la oscuridad, al contrario nos mostrará la victoria. ¿Dejó que Jesús me resucite de mi vida pasada hundida en el pecado? ¿Qué hago para acrecentar mi fe?, Jesús siempre escucha nuestras peticiones pero quiere que le ofrezcamos un corazón lleno de fe y abierto para ser transformado.

PRÁCTICA DIARIA

  • Orar por los enfermos para que obtengan la salud del alma y el cuerpo, y también pedir misericordia por los difuntos.
  • Como San Adriano III vivamos en la ayuda constante de los necesitados.

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