
SANTO DEL DÍA
SAN JOSÉ CAFASSO (1811-1860)
San José Cafasso fue un sacerdote piadoso en Turín, gran amigo y patrocinador de la vida religiosa de San Juan Bosco, desde muy pequeño encamino su vida a la piedad, ordenado sacerdote a sus 21 años de edad se dedicó a instruir a quienes estaban preparándose para ser presbíteros, siempre se esmeró por enseñar la sana doctrina con dedicación y entusiasmo a quienes emprendían el camino del apostolado, se considera uno de los mejores formadores del siglo19, instruyó a más de 100 sacerdotes, entre ellos Don Bosco a quien le consiguió becas para que terminara sus estudios, incluso fuera a Convictorio donde él había estudiado también. Fue un gran devoto de la virgen María y tenía como modelos de imitar a San Francisco de Sales y San Felipe Neri, a sus aprendices los llevaba a las cárceles para que fueran testigo de cuan olvidados estaban los criminales y cuanta necesidad de Dios allí se veía, fue en estas visitas donde suscito la misión que años más tarde emprendería San Juan Bosco, este gran santo muere y la oración fúnebre de su entierro la realiza su gran amigo Don Bosco
Evangelio del día
San Marcos 4,35-41
Aquel día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vamos a la otra orilla».
Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó una fuerte tempestad y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba en la popa, dormido sobre su cabezal.
Lo despertaron, diciéndole:
«Maestro, ¿no te importa que perezcamos?».
Se puso en pie, increpó al viento y dijo al mar:
«¡Silencio, enmudece!».
El viento cesó y vino una gran calma.
Él les dijo:
«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?».
Se llenaron de miedo y se decían unos a otros:
«¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y el mar le obedecen!».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- Este pasaje bíblico es un claro ejemplo de la vida ordinaria, la barca la vida y la tormenta cada uno de los problemas, sufrimientos, enfermedades que se presentan en la vida del hombre, Jesús esta en esa barca pero las personas no son consientes de su presencia en ella, se puede tener a Jesús cerca, pero las inseguridades y la falta de fe impide conservar la calma en medio de la tormenta.
- Jesucristo no perdió la paz en medio del caos, su autocontrol lo convierte en el Maestro de las emociones, tranquilamente extiende su mano salvadora, el Maestro le hace un reclamo a sus apóstoles, porque tienen miedo, y es que estos hombres estaban viviendo su fe de una manera superficial, la fe exige sobrellevar con confianza los desafíos de la vida, la fe permite estar en paz interiormente, ser libres de cualquier atadura, romper las cadenas de la esclavitud, y esperar confiadamente a que Jesús haga su trabajo.
- Hermanos, la fe es el pilar fundamental de nuestra espiritualidad, no podemos pretender ir por este mundo desconfiando de la providencia de Dios, él estará con nosotros todos los días de nuestra vida en las alegrías y tristezas, no podemos pretender que si vamos a misa, rezamos, oramos, hacemos caridad, Jesús por obligación debe salvarnos de todo, no, no es así entre más le buscamos y más remamos mar adentro, encontraremos pruebas que nos hacen sufrir, así que debemos estar convencidos de su poder así sintamos que nos hundimos debemos confiar en su inmenso amor y aprender a sufrir.
- El ser humano esta cobijado por la duda, y esta ceguera le impide reconocer quien debe ser Jesús en su vida, en nuestros hogares, en nuestra sociedad, cada vez somos muchos los que seguimos a Jesucristo por un pasa tiempo, por obligación, o porque nos ha hecho un milagro, pero debemos abrir los ojos y reconocerlo, saber que sin él nada faltará, debemos buscar su paz, una paz que él mundo no da, así que sintamos su presencia en nosotros seamos capaces de atravesar el mar seguros que con él llegaremos a puerto seguro, en pocas palabras la vida eterna, no permitirá que nuestra vida se pierda, sino que aunque rota se levante y continue el camino.
PRÁCTICA DIARIA
- Cualquier situación de sufrimiento, emocional, material, espiritual, moral, etc, que en este día, estés atravesando, confiar con fe que Dios te enseñará y ayudará a crecer como un verdadero seguidor suyo.
- San José Cafasso nos dice: “Nuestro Señor quiere que lo imitemos en su mansedumbre”.