VIERNES, Undécima Semana del Tiempo Ordinario (ciclo b) -21 de junio, 2024

SANTO DEL DÍA

SAN LUIS GONZAGA (1568-1591)

San Luis Gonzaga es el patrono de la juventud católica, desde muy pequeño fue inducido por su padre para que se formará como soldado imperial, viviendo en estos ambientes sentía cierta incomodidad pues su vida estaba para grandes propósitos. Desde su infancia se inclinó por llevar una vida piadosa, a sus 10 años su padre lo envió a Florencia como paje del duque de Toscana, años más tarde siendo paje del duque Diego de España decide estudiar filosofía y así despierta su interés por la vida religiosa. A sus 14 años renunciando rotundamente a su herencia paternal, inicia su noviciado en la Compañía de Jesús, sus votos de virginidad y duras penitencias le llevaron a adquirir las más grandes virtudes. Sus servicios religiosos los empleo en un hospital realizando las tareas más humildes en favor de los desvalidos, en aquel entonces en Roma la epidemia de peste azotaba el país , San Luis se contagió por un acto de caridad con una persona que había recogido en la calle, muriendo a sus 23 años.

Evangelio del día

San Mateo 6,19-23

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«No atesoréis para vosotros tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen y donde los ladrones abren boquetes y los roban. Haceos tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que los roen, ni ladrones que abren boquetes y roban. Porque donde está tu tesoro, allí estará tu corazón.

La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; pero si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Si, pues, la luz que hay en ti está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!».

Palabra del Señor

  • Una vez más los discípulos escuchan las enseñanzas de Jesús, en esta ocasión el Maestro resalta la importancia de construir para la vida eterna, de obrar el bien y no trabajar en vano por los tesoros pasajeros, que tarde que temprano ya no existirán, insiste que el pensamiento del hombre basado en acumular riquezas se desvía de la meta que Dios ha trazado para que se salve, poniendo su confianza en un mundo materialista, donde la seguridad no es garantizada para quien decide tomar este rumbo, Jesucristo advierte del final desastroso que esto conlleva, en cambio nos propone desgastarnos e invertir nuestra vida en acciones que nos ayuden a ganar el cielo. Jesucristo habla en un lenguaje figurado, refiriéndose a la polilla y los ladrones como  las consecuencias de las malas obras, la destrucción del alma si insistimos en hacer el mal por conseguir cosas terrenales, aborrecer el apego material es ya una iniciativa de querer obtener el Reino de Dios.
  • Jesús sabe que un corazón motivado es el motor que impulsa a buscar aquello que se anhela y desea, por eso invita a que la prioridad primordial del ser humano sea  encontrar el verdadero tesoro que llenará de luz su existencia y es Dios. Cristo centra su enseñanza en explicar que la visión señala el objetivo a seguir, percibe el exterior, y enfoca lo que cautiva a la persona, si la mirada es puesta en la oscuridad, la ausencia de la luz causara caos, el obrar no será más que destrucción a su paso, pero si es la belleza de la claridad que observamos, esta  disipa las  tinieblas el bien será el proceder y la eternidad nuestro objetivo.
  • Nuestra atención está puesta en lo terrenal, eso es lo que nos vende el mundo y nos motiva a seguir sus pasos,  la visión enfocada en  la oscuridad  solo garantiza una mirada perdida y vacía, pues la luz que Jesús ha puesto en nuestro corazón se va agotando, y es allí donde él se nos revela como la luz verdadera que guía nuestro caminar por senderos de esperanza, cuando en nuestra  vida las tinieblas gobiernan nuestra persona no dejo que Cristo mismo entre y las disipe, pues al acercarnos nos alejamos más y más  de su amor incalculable. Si queremos encontrar a Jesús en este mundo oscuro debemos inundarnos de su luz y así poder ser luz para muchos.
  • Nuestra sed de hallar riquezas solo nos conduce a perder nuestra salvación, en todo momento estamos preocupados por obtener más de lo que realmente necesitamos, llevándonos por delante a nuestros hermanos con tal de conseguirlo, desgastando nuestra vida y evadiendo lo que si tiene valor y es ganar el cielo. Nuestros esfuerzos deben estar en trabajar por alcanzar el Reino de los cielos y motivar a los demás que también lo hagan, porque si queremos estar con nuestro Señor debemos invertir nuestro tiempo y nuestra vida a expandir su mensaje y a obrar siempre el bien, aunque sabiendo que suplir nuestras necesidades diarias es importante, lo ideal es no dejar que estas se conviertan en un eje fundamental en mi vida,  sino que buscar los bienes de arriba sea lo esencial en mi paso por esta tierra. 

  PRÁCTICA DIARIA

  • Hoy pensaré por un instante si mi propósito en esta vida esta basada en trabajar por lo material dejando a Dios en segundo lugar, reflexionar y cambiar de mentalidad, para obtener la vida eterna.
  • San Luis Gonzaga nos dice : “Dios es el tesoro más grande que podemos poseer.”

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