
HERMANOS EN CRISTO JESÚS POR SU PALABRA.
SANTO DEL DÍA
SAN EFREN, DIÁCONO Y DOCTOR DE LA IGLESIA (306-373)
San Efrén nació en Nisibe, Mesopotamia (Irak), creció sin poder profesar su fe con libertad, aunque su madre era temerosa de Dios quería infundirles las creencias cristianas pero su padre era desafortunadamente sacerdote pagano y no estuve de acuerdo con la formación impartida por su esposa y madre del santo por eso su bautizo tardío a los 18 años de edad, ya ordenado diácono transmitió la doctrina cristiana antigua, utilizó como medio la poesía para difundir el mensaje de Jesucristo definido en sus tiempos como la cítara del Espíritu Santo, se valía de este arte para servicio pastoral e incluso en sus homilías, su arte poético le permitió crear himnos que evangelizaban al pueblo y despertaba en los creyentes la piedad a Dios y a la virgen María.
Evangelio del día
San Marcos 3,20-35
En aquel tiempo, Jesús llegó a casa con sus discípulos y de nuevo se juntó tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí.
Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían:
«Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios».
Él los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas:
«¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa.
En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre».
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Llegan su madre y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.
La gente que tenía sentada alrededor le dice:
«Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».
Él les pregunta:
«Quiénes son mi madre y mis hermanos?».
Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:
«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- En el Evangelio de este Domingo Jesús es acusado de tener un demonio por realizar exorcismos, fue uno de los actos más significativos para revelar el Reino de Dios entre los hombres, para los judíos quien estaba endemoniado estaba sujeto a un castigo por sus pecados, pero Jesús llega a devolverles a aquellas personas la dignidad, los libera y transforma sus corazones lastimados, excluidos del pueblo recobran un lugar en aquellas comunidades y sienten la presencia de Dios en medio de ellos.
- Jesucristo venía no solo hacer milagros, sino a revelar la verdad, aquella acusación fue un pecado grave, él venia a traer la luz y aquellos prefirieron las tinieblas, el pecado contra el Espiritu Santo se basa en la dureza del corazón, en no querer aceptar que Jesús proviene de Dios y que toda su obra redentora tiene un fin y es salvar a la humanidad del pecado, quien con satanás está no puede hacer ninguna obra que libere, que transforme, el maligno esta destruido y sus actos no permanecerán, mientras que el Espiritu de la verdad permanece para siempre. Los familiares de Jesús pretenden llevárselo, quieren que deje su camino, pero él aprovecha la oportunidad para reforzar aquel tema del que hablaba, quien hace la voluntad del Padre esos serán llamados su familia en esta tierra.
- Cuantas veces nosotros estamos en la posición de los escribas, criticamos a quienes traen la verdad y también a quienes desean recibirla, nos hacemos jueces de nuestros hermanos, excluimos , señalamos, y hasta quienes nos han acompañado y estado siempre a nuestro lado pueden fallar, esta es la realidad, no estamos exentos de que nos calumnien cuando comenzamos a seguir a Jesucristo, cuando nos dispones a aceptar la voluntad de Dios en nuestras vidas nuestra misión se hace dura, es por eso que nuestra confianza debe estar en Jesús, nuestra guía debe ser el Espiritu Santo, y nuestra meta final debe ser llegar al Padre.
- Muchas veces pecamos al rechazar el mensaje de Dios, perdemos gracias que Dios nos presenta día a día, nuestro propio parecer de las cosas de Dios nos nublan y no trascendemos nuestro sentir a lo que realmente Dios quiere en nuestras vidas, seamos de la gran Familia celestial, en donde solo hagamos lo que a Dios le agrada, seamos llamados Madres o hermanos de Jesucristo, en donde sólo apoyemos su Palabra que es vida y verdad.
PRÁCTICA DIARIA
- Hoy pediré en oración al Espiritu Santo me ayude a comprender mi misión en esta tierra.
- San Efrén al nacer de un Padre pagana, se inclino por servir y buscar a Dios, muchas veces nuestra familia no es de sangre sino de fe.