DOMINGO, Octava Semana del Tiempo Ordinario (ciclo b) -26 de mayo, 2024

La Iglesia Católica hoy celebra la Solemnidad de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo, Espiritu Santo, tres personas distintas y un sólo Dios verdadero. El misterio de la Trinidad, nos hace contemplar cuan inmenso es el amor de Dios, que no solo se nos revela en un Dios Trino, sino que nos invita a ser parte de esta intimidad de amor. El Papa Juan Pablo XXII instituyó esta fiesta y hasta hoy aun se celebra.

Evangelio del día

San Mateo 28,16-20

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les habla indicado.
Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
«Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.
Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo».

Palabra del Señor

  •  El evangelio de este Domingo revela el bautismo como formula en la que se es hijo de Dios para entrar en el misterio amoroso de la Trinidad, Jesucristo envía sus apóstoles a construir iglesia mediante el bautismo, pero este sacramento no debe ser visto como un simple requisito, compromiso, es la oportunidad magnifica de encontrar el verdadero amor, que sumerge a cada hombre en la intimidad de un Dios trino.
  • La misión de los discípulos es llevar a cada criatura a la experiencia con Dios, es revelar el amor del Padre y su relación armónica con el Hijo y el Espiritu Santo, todo lo enseñado por Jesucristo, se debe practicar al momento que se acepta en la vida, cuan se cree en él actuar de manera correcta es el resultado de esa creencia, Jesús confía en sus seguidores su Iglesia, sin duda los envía, pero les hace una promesa que estaría todos los días con ellos hasta el fin del mundo.
  • ¿Qué lugar ocupa el Dios Trino en nuestra vida?, que maravilla saber que no estamos solos, que la presencia de Dios esta siempre en nosotros, no sólo tenemos una persona sino tres, que esperan ansiosos para que le invoquemos, no necesitamos de celular, ni correos, solo una suplica basta para sentirles.
  • Al concluir nuestra misión en esta tierra, si hemos hecho el bien iremos a gozar de esa intimidad amorosa y eterna con la Trinidad, debemos esforzarnos e interesarnos por trabajar en el anuncio del Evangelio, ese es nuestro deber de bautizados, que como la Iglesia primitiva seamos capaces de dar a conocer a Dios a toda la raza humana, en la actualidad Dios es conocido pero ignorado, como hay muchos que no le conocen, nosotros que hemos nacido en familias cristianas debemos aumentar nuestra fe en él, no podemos andar en este mundo con vacilaciones, al contrario debemos experimentar su amor en lo más profundo de nuestro ser y manifestarlo a los demás.

  PRÁCTICA DIARIA

  • Tener un cuadro de la Santísima Trinidad en nuestro hogar.
  • La Santísima Trinidad nos muestra el amor de Dios, que este misterio nos llene de alegría en el saber que no estamos solos, que si servimos a estas personas y guardamos un lugar en nuestro corazón para ellas, estaremos por toda la eternidad en esta intimidad divina.

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