LUNES, tercera Semana de la Octava de Pascua (ciclo b) -15 abril, 2024

SANTO DEL DÍA

San Damián nace en Tremeloo (Bélgica), desde pequeño ya sentía el llamado a misionar en tierras lejanas, un día con tan solo ocho años de edad junto a su hermana escaparon como ermitaños a una montaña, su familia se asustó tanto, pero un campesino al verlos los regresó a casa, ayudó a sus Padres en las actividades de campo y de construcción pues eran pobres. Luego fue enviado a Bruselas a estudiar donde muchos se reían de él por ser campesino, pero esto acabaría una vez cuando se defendiera, entonces lo respetaron y allí comenzó a ganar amistades, tiempo después le escribió a sus Padres que quería ser religioso en la comunidad de los sagrados Corazones, cuando un religioso que iva a misionar a las islas Hawai , se enfermó pidieron a San Damián ir en su reemplazó, él con obediencia y deseo aceptó. Una vez ordenado sacerdote lo enviaron a una de las islas de Hawai, las Primeras noches las pasó debajo de una palmera, porque no tenía casa para vivir, la mayoría de las personas de la isla eran protestantes, pero él con algunas personas se las ingenio para construir un casita hecha de paja y allí celebrar la misa y catequizar, luego uno a uno se fue convirtiendo al catolicismo, curo a muchos enfermos, existía una isla maldita llamada molokai, en aquel lugar habían muchos leprosos y eran desterrados allí, olvidados y excluidos por su condición, muchos se entregaban a los vicios, así que el santo al ver esta situación, pidió al obispo irse a vivir con ellos, al llegar muchos lo recibieron con alegría, catequizó, enseño música, atendió a los enfermos mas abandonados, mantenía ocupados a muchos para que no cayeran en vicios, enviaba cartas con peticiones a Alemania para que le enviaran donativos, hasta protestantes ayudaban con la misión, él necesitaba confesarse, pero le había prohibido salir de la isla para no contagiar a nadie de lepra, así que un día donde llegaban los donativos había un sacerdote y a grito entero se confesó pues no lo dejaban entrar en la barca, hacía de todo, construía, cavaba tumbas, enterraba, construía ataúdes, compartía todo con los leprosos, hasta que llegó a contagiarse, haciéndose uno como ellos, se fue deformando poco a poco, tiempo después el capitán del barco que lo trajo por primera vez a las islas Hawai vino en su búsqueda para confesarse, y este hombre cambió, años después muere como leproso voluntario, por su gran caridad el cielo ganó sin duda alguna.

Evangelio del día

San Juan 6,22-29

Después de que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el mar.

Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del mar notó que allí no había habido más que una barca y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos.

Entretanto, unas barcas de Tiberíades llegaron cerca del sitio donde habían comido el pan después que el Señor había dado gracias. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús.

Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo has venido aquí?».

Jesús les contestó:
«En verdad, en verdad os digo: me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios».

Ellos le preguntaron:
«Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?».

Respondió Jesús:
«La obra de Dios es esta: que creáis en el que Él ha enviado».

Palabra del Señor

  • El evangelio de hoy manifiesta quien es él verdadero pan, cual es el alimento que da vida, aquellas gentes sólo buscaban a Jesús por sus grandes milagros pero no le reconocían como el enviado de Dios, su fe era superficial basada en signos pero no eran interpretados.
  • Jesucristo les anuncia un creer más allá de nuestra realidad, de ver a través de los signos la obra y plan salvífico de Dios, es claro que las obras eran un signo de Dios, pero el Señor quería llevar a sus oyentes a una experiencia más intima con Dios, en donde saciándose de las palabras de su hijo, fueran participes de la vida eterna.
  •  En este tiempo pascual debemos saciarnos aun más de ese pan que da vida, la Sagrada eucaristía en donde Jesús se dona sin ninguna reserva para alimentarnos eternamente, y la pregunta de este día es ¿Trabajamos por el alimento que perdura más que por aquel que perece?, busquemos primeramente el reino de Dios y todo será añadido, ¿cuál es mi esfuerzo continuo por trabajar por ese alimento?.
  • En nuestra sociedad, cada vez somos muchos los que seguimos a Jesucristo por un pasa tiempo, por obligación, o porque nos ha hecho un milagro, pero debemos abrir los ojos y reconocerlo, más adelante nuestra recompensa será mayor que lo que pudiésemos imaginar, recibir una vida que no termina, y contemplar cara a cara a nuestro salvador, y aun así se nos da presente en el pan y el vino.

  PRÁCTICA DIARIA

  • Invitar con alegría a un amigo (a) que no haya tenido la experiencia de ir a misa, motivarlo para que busque a Dios a través de la Eucaristía.
  • San Damián de Molokai nos dice: “No importa que el cuerpo se vaya volviendo deforme y feo, si el alma se va volviendo hermosa y agradable a Dios”.

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