MARTES, Cuarta Semana de Cuaresma (ciclo b) -12 Marzo, 2024

SANTO DEL DÍA

San Luis Orione nació en Pontecurone (diócesis de Tortona), cuando era muy joven ingresó al convento franciscano de Voghera (Pavía), pero años más tarde abandonó el convento por quebrantos de salud, fue alumno de San Juan Bosco en el Oratorio de Valdocco (Turín). Tiempo después entro en el seminario de Tortona, estando alli abrió un Oratorio para cuidar la educación cristiana de los jóvenes., así como también abrió un colegio para chicos pobres en el barrio San Bernardino, después de ordenado sacerdote abre nuevas casas en Mornico Losana (Pavía), en Noto (Sicilia), en Sanremo, en Roma. Con el Santo crecieron clérigos y sacerdotes que formaron el primer núcleo de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, inició la rama de los ermitaños de la Divina Providencia y el Obispo de Tortona, reconoció canónicamente a los Hijos de la Divina Providencia, dedicada a «colaborar para llevar a los pequeños, los pobres y el pueblo a la Iglesia y al Papa, mediante las obras de caridad», los fines de la nueva Congregación aparece el de trabajar «para alcanzar la unión de las Iglesias separadas». Ayudó a los damnificadas por los terremotos de Reggio y de Messina y por el de la Marsica. Inicio a la Congregación de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad, y las Hermanas adoratrices Sacramentinas invidentes, a las que se añadirán después las Contemplativas de Jesús Crucificado. Organizó a los laicos como «Damas de la Divina Providencia», los «Ex Alumnos» y los «Amigos», años más tarde tomo el nombre de el Instituto Secular Orionino y el Movimiento Laical Orionino y así y otras obras más realizó el santo, además fue un gran confesor, el Papa confiaba asuntos difíciles de solucionar, sus problemas de corazón y pulmones no le permitieron vivir más muere rodeado de quienes tanto había servido.

Evangelio del día

San Juan 5,1-16

Se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.

Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Esta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos.

Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.

Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice:
«¿Quieres quedar sano?».

El enfermo le contestó:
«Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado».

Jesús le dice:
«Levántate, toma tu camilla y echa a andar».

Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.

Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano:
«Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla».

Él les contestó:
«El que me ha curado es quien me ha dicho: “Toma tu camilla y echa a andar”».

Ellos le preguntaron:
«¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?».

Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, a causa del gentío que había en aquel sitio, se había alejado.

Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice:
«Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor».

Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado.

Por esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.

Palabra del Señor

  • Nuevamente Jesús realiza un milagro de sanación, esta vez lo hace con un paralitico, siente compasión de aquel hombre y le devuelve la salud, pero por este acto es sumamente criticado por sus adversarios, pero Jesús no le importa la ley siempre en cada acción suya ve él interior de cada hombre devolviéndole su dignidad.
  • Los escribas continúan murmurando contra Jesús pues no creen en su inmenso poder, se rehúsan a creer en las obras mismas, su falta de fe les impide reconocer a Jesús atraves de sus milagros, pero para Jesucristo no es un impedimento cumplir su misión en la tierra, pues sabe que es el hijo del hombre y que ha venido a restaurar corazones, y a rescatar pecadores, así sea criticado y ofendido, su mirada se centra en quienes desean sentir su presencia y obtener la gracia que da la dignidad a quien la ha perdido, Cristo muestra a las comunidades de sus tiempos que no basta con creer sino que los hechos son la explicación de la fe, no basta tener una convicción sino demostrarla en verdades vividas.
  • Nuestra parálisis espiritual nos ha atado y ha creado en nosotros una tibieza en el corazón, cuantos momentos de nuestra existencia perdidos a causa del pecado que nos enceguece y no nos deja continuar en el sendero que nos conduce a la vida eterna, hemos entumecido nuestra vida, y nos hemos acostumbrado a convivir con el mal, el señor nos insiste que creamos en su poder, pues él hará grandes prodigios en cada uno de nosotros, nos dará un corazón lleno de amor para vencer cualquier enfermedad del alma. Una vez convertidos a Jesús debemos andar pregonando su mensaje de amor.
  • Fe es lo que realmente debemos acrecentar cada día para avanzar sin desdenes, permitir que Cristo devuelva el movimiento a nuestra persona es el inicio que nos convertirá en hombres entregados y dispuestos a llevar a los demás a la experiencia con Jesús, romper ataduras que nos siembran las dudas, enamorarnos de Jesucristo, poder mirar uno a uno los milagros que el Señor ha hecho en nosotros y que aún no hemos reconocido,¿ has examinado tu interior reconociendo que parálisis te impiden buscar el amor de Dios?  ¿ has rechazado a quienes quieren darte a conocer a Jesucristo?, el Señor exige una vida cristiana activa no estática, nos invita a levantarnos y andar por este mundo para hacer el bien.

  PRÁCTICA DIARIA

  • Prestar mi servicio como misionero en Parroquia más cercana, dejar la pereza espiritual.
  • San Luis Orione nos dice: “El mejor acto de caridad que se le puede hacer a un alma, es darle a Jesús. Y el consuelo más dulce para Jesús es llevarle un alma”.

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