MIERCOLES DE CENIZA
Hoy la Iglesia inicia un tiempo litúrgico de preparación para la pascua que se llama Cuaresma, con el miércoles de ceniza comienzan los cuarenta (40) días en los que se llama a los fieles a convertirse y vivir la Pasión , muerte y Resurrección de Jesucristo en la Semana Santa, esta celebración esta contenida en el misal romano, se impone la ceniza (ramos bendecidos del domingo de ramos del año anterior que han sido quemados) con la señal de la cruz en la frente de los cristianos. A partir del siglo XI la Iglesia celebraba este símbolo para adoptar un sentido simbólico de muerte pero también de humildad y penitencia.
Evangelio del día
San Mateo 6,1-6.16-18
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial.
Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará.
Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- En este pasaje bíblico Jesucristo hace una advertencia a la hora de poner en práctica la limosna, la oración y el ayuno, experiencias de piedad significativas que alimentan nuestra relación con Dios, pero que ligadas al populismo y al elogio del pueblo no tienen sentido, convirtiéndose en acciones falsas y vacías, Jesús revela la clave para llevar a cabo tales obras, y es que deben hacerse con total prudencia, en silencio, que emanen de lo más profundo del corazón, sin ninguna intención en particular, y que no busque gratificación alguna, “El bien no hace ruido porque el ruido no hace bien”.
- Cristo quiere enseñar en todo momento que ser superficiales no lleva a nada bueno, que preocuparse por la apariencia no es un signo de ser justos con quienes lo necesitan. En este mundo en el que lo externo cobra cada día más valor, donde los reconocimientos y los aplausos son para aquellos que quieren vivir de fachada, que preocupados por una reputación olvidan cuidar sus conciencias. Lo más importante radica, ver en los hermanos el rostro del mismo Dios, que pide una entrega sin reservas, sin apariencias ni hipocresías, exige ser más humanos, cuando el hombre siente dolor es un ser vivo, cuando se preocupa por el dolor de los demás es un humano.
- La religión y muchas instituciones han convertido hoy en día la caridad como fuente de intereses particulares, no hay que ser extremistas, hacer el bien a nuestros hermanos necesitados es lo que Dios nos manda hacer, pero Jesús solo nos pide que no cambiemos lo que somos, disimulando nuestras intenciones, que dar sea un acto de amor genuino sin ningún tipo de máscara.
- La oración es un medio por excelencia para comunicarnos con aquel que nos creo, pero no debemos proclamar a los cuatro vientos lo que en secreto dialogamos con Jesús, pues Dios trabaja en el silencio, es él quien conoce nuestro interior y es él quien sabe lo que realmente somos y necesitamos. El ayuno hace de nosotros hombres y mujeres con autocontrol de nuestros deseos carnales debe ser una experiencia que refleje la alegría de querer encontrar a Dios de preferirlo antes que a todo, debe motivar a quienes quieren seguirlo también.
PRÁCTICA DIARIA
- Asistir a la Santa Misa para iniciar la preparación al tiempo de pascua, dejar que me impongan la ceniza, siendo conscientes de mi comienzo a la conversión a morir al hombre viejo y ser un nuevo ser en el Señor, ¡ Vivamos la cuaresma hermanos!.
- En este miércoles estamos invitados por nuestra Iglesia Católica a ser nuevas personas, a construir en mi interior y en los demás el reino de los cielos.