MARTES, Cuarta semana del tiempo Ordinario (ciclo b) -30 enero, 2024

SANTO DEL DÍA

SANTA MARTINA DE ROMA (+235)

Santa Martina fue hija de un noble romano, se dice era diaconisa, cuentan los pocos relatos que de ella hablan, fue arrastrada hasta el emperador Alejandro Severo por su profesión de fe, durante algún tiempo torturarían a la santa frente al dios Apolo y Artemidas pero no lograron nada, pues siempre salía ilesa de todo, así que decidieron cortarle la cabeza esta santa es mártir de la Iglesia en Roma, tiempo después al encontrarse su tumba se comienza a venerar su vida de santidad y en especial recordando su martirio.

Evangelio del día

San Marcos 5,21-43

En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor y se quedó junto al mar.

Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia:
«Mi niña está en las últimas; ven, impón las manos sobre ella, para que se cure y viva».

Se fue con él y lo seguía mucha gente que lo apretujaba.

Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Había sufrido mucho a manos de médicos y se había gastado en eso toda su fortuna; pero, en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando: «Con solo tocarle el manto curaré».

Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias, y notó que su cuerpo estaba curado. Jesús, notando que había salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio de la gente y preguntaba:
«¿Quién me ha tocado el manto?»

Los discípulos le contestaban:
«Ves cómo te apretuja la gente y preguntas: “¿Quién me ha tocado?”»

Él seguía mirando alrededor, para ver a la que había hecho esto. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había ocurrido, se le echó a los pies y le confesó toda la verdad.

Él le dice:
«Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz y queda curada de tu enfermedad».

Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle:
«Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?»

Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga:
«No temas; basta que tengas fe».

No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegan a casa del jefe de la sinagoga y encuentran el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos. y después de entrar les dijo:
«¿Qué estrépito y qué lloros son estos? La niña no está muerta; está dormida».

Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo:
«Talitha qumi» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»).

La niña se levantó inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y quedaron fuera de sí llenos de estupor.

Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.

Palabra del Señor

MEDITACIÓN

  • En el Evangelio de San Marcos nuevamente se narra un milagro que devuelve la vida y que sana, este suceso se manifiesta en dos mujeres, la primera con una inmensa fe en el Maestro decide arriesgarse a tocar el manto de Jesús así fuera lo único que hiciera, y otra que es resucitada gracias a la insistencia de su Padre, Jairo no le importó lo que sucedería con sus compañeros, si iva a ser juzgado por buscar a Jesús, su amor por su hija le hizo llegar hasta que el hombre del que había visto grandes milagros, su afán y sufrimiento le permitieron olvidar su cargo en la sinagoga e ir detrás de quien es la vida.
  • Jesús habla con poder, y deja sobresaltados a quien no creen en su autoridad mesiánica, antes de resucitar a la hija de Jairo, brinda confianza aquel Padre le exhorta en dejar de temer y tener en cambio fe, Jesucristo observó el sufrimiento de cada hombre, acude a su suplica y revela su voluntad ante quienes imploran su ayuda, así como sano a la mujer hemorroísa, no sólo es sanada por Jesús sino que tenida en cuenta, Jesús le da la paz y le da valor a su vida.
  • Que hermoso es saber que tenemos un Dios que sana, que da vida, que perdona, pero la pregunta en este día es ¿ Que estamos dispuestos nosotros hacer por encontrarnos con Jesús y postrarnos a sus pies y pedir su ayuda?, cuantas veces queremos andar por este mundo buscando sanación, solución de nuestros problemas, una vida nueva fuera de la presencia de Dios, estamos equivocados, cuando confiamos en nuestras propias fuerzas, si o si necesitamos de Jesucristo para ser transformados.
  • La fe no sólo es pedir con insistencia en aquello que necesitamos que Dios haga por nosotros, es confiar, sentirnos seguros que quien va a nuestra derecha es el rey de reyes que no le queda nada imposible sino que sobrepasa todo lo imaginable, la invitación es breve confiar y esperar, si en tu vida hay enfermedades espirituales que te atan, confía, el temor no sirve sino para atrasar aquel milagro que Dios puede hacer aquí y ahora, sueña, anhela y espera confiadamente en quien tiene el poder Jesús Nuestro Señor.“No sabes lo que Dios haría de ti si te confias enteramente en sus manos” San Ignacio de Loyola

  PRÁCTICA DIARIA

  • Hoy comenzaré a soltar todo aquello que me preocupa, en oración pondré todo en las manos de Dios.
  • Santa Martina nos invita abandonarnos en Dios y ser instrumentos vivos de su santa voluntad.

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