
SANTO DEL DÍA
SAN JUAN DIEGO CUAUHTLATOATZIN (1474-1548)
San Juan Diego Cuauhtlatoatzin fue un Indio humilde de la etnia indígena de los chichimecas nacido en Cuauhtitlán, (reino de Texcoco), bautizado por los franciscanos, era viudo, instruyó a los demás con su testimonio y su palabra, muchos se acercaban a él para que intercediera ante la Señora del cielo y fueran escuchadas sus necesidades y peticiones, pues todo cuanto San Juan Diego pedía se le concedía, era un hombre de 57 años con muchas virtudes que fueron enseñadas en su cultura, que se hicieron más evidentes mediante la fe y con la aparición de María santísima de Guadalupe que le encomendó anunciar a la Iglesia un mensaje de paz, unidad y amor, cuando San Juan Diego tuvo las apariciones de la Señora del cielo se entrego por completo al servicio de Dios y al Santuario donde La Virgen de Guadalupe apareció, allí la pasaba barriendo y atendiendo a todos los fieles, así que como su casa quedaba lejos de la Ermita pidió al obispo le permitiera estar todo el tiempo en el Santuario, entonces el obispo le construyo una choza cerca a la Ermita para que estuviese de tiempo completo sirviendo, dedicado a la penitencia y a la oración fervorosa pasa sus días venerando a la Madre de Dios, sirvió durante dieciséis años y muere un poco después que su tío Bernardino ambos fueron enterrados en el Santuario que tanto amaron y sirvieron a Dios y como no, venerando a la virgen María de Guadalupe.
Evangelio del día
San Mateo 9,35-10,1.5a.6-8
En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia.
Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor».
Entonces dice a sus discípulos:
«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies».
Llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia.
A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones:
«Id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- Hoy Jesús encarga la misión a sus discípulos de anunciar la Buena Nueva de Salvación, pero antes les muestra el verdadero sentido de anunciar y es vivir en la clave del amor con todos los necesitados, El Señor primero da testimonio y luego encarga a sus seguidores esta gran tarea de anunciar el reino de Dios basado en experiencias de amor con los hermanos.
- La Buena Nueva de Salvación no es proclamar solamente la Palabra de Dios es llevarla a la práctica, Jesucristo menciona una serie de instrucciones a sus discípulos de anunciar y accionar, y les recuerda cuan abundante es la cosecha y que escaso es quien quiere trabajar en ella, esta frase del Maestro es una motivación para sus oyentes para que imiten sus pasos y extiendan su reino de amor, invita a ser misioneros a las naciones a no quedarse en meros conocimientos de él sino hacerlo realidad en la vida ordinaria.
- Como Jesús debemos tener compasión por nuestros semejantes, muchas veces pensamos equivocadamente cuando consideramos que la Buena Noticia de Dios debe anunciarse a quienes yo considero aptos para recibirla, y no es así, nuestra misión y trabajo arduo es ir donde otros no han ido, es estar con quienes otros no han estado, ahí está el verdadero merito, debemos tener paciencia con quienes aún no han querido entrar en el camino de conversión debemos actuar con amor, cuando perdonamos y amamos a nuestros hermanos creyentes y no creyentes ya la Buena Nueva del hijo de Dios ha sido anunciada.
- Queridos hermanos hay tanto por hacer, tanto por anunciar, debemos lanzarnos a la misión, nuestro testimonio de vida puede ser un paso para este camino, nunca es tarde es hoy el día, seamos personas de una fe inamovible y de perseverancia en la oración , para que muchos de los que han consagrado su vida al servicio de Dios se mantengan firmes y nosotros como bautizados cumplamos nuestro papel de evangelizadores, no tengamos miedo de poner en práctica lo que se nos ha dado gratuitamente. No seamos indiferentes al dolor ajeno, hay tanta necesidad que decir que no hay sentido para vivir es un pensamiento erróneo, es mejor vivir sirviendo que solo existir.
PRÁCTICA DIARIA
- Hoy tendré un gesto de amor con quienes he sido indiferente y allí cumpliré la Buena Nueva de Salvación.
- San Juan Diego nos motiva a dejar todo por servir a Dios, y nos enseña a encontrar el verdadero valor de la Misión que se basa en donarnos a nuestros hermanos con compasión y sin reservas.