DOMINGO, vigésimo sexta semana del tiempo ordinario (ciclo a) -08 octubre, 2023

SANTO DEL DÍA

SANTA PELAGIA DE ANTIOQUIA (+468)

San Pelagia era una comediante en Antioquía, desde muy joven había compartido con los catecúmenos, pero fue creciendo en el mundo y se dedico a las danzas sensuales la llamaban “Margarita”, un día por curiosidad Pelagia entró al templo y al oír al obispo de la misericordia infinita de Dios para con los hombres, ella intentó rezar pero no se acordó de como hacerlo, así que se dispone a escribir una carta al obispo que decía estas palabras: “Al santo discípulo de Jesús: He oído decir que tu Dios bajó del cielo a la tierra para salvación de los hombres. Él no desdeñó hablar con la mujer pecadora. Si eres su discípulo, escúchame. No me niegues el bien y el consuelo de oír tu palabra para poder hallar gracia, por tu medio, con Jesucristo, nuestro Salvador.” Sentía en su corazón la necesidad de dejar su desordenada vida para hallar la gracia de Dios, el obispo creyó en su conversión, la bautizó confirmo y pudo al fin recibir la Santa Eucaristía, luego vendió lo que tenía y lo dió a los pobres y dejó Antioquia. Cerca de Jerusalén había una gruta allí se quedó para vivir en oración y penitencia, Santa Pelagia a todos lo que se pasaban por ahí decía que era Pelagio un hombre ermitaño, tiempo después un diácono decidió ir a visitar a Pelagio, luego nuevamente al regresar lo encontró muerto y en el momento de ungirlo con mirra se dió cuenta que era una mujer, entonces mujeres del Jordán y Jericó marcharon con luces y cantando himnos dieron cristiana sepultura a Pelagia.

Evangelio del día

San Mateo 21,33-43

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:

«Escuchad otra parábola: “Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó lejos. Llegado el tiempo de los frutos, envió sus criados a los labradores para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon.

Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último, les mandó a su hijo diciéndose: ‘Tendrán respeto a mi hijo’.

Pero los labradores, al ver al hijo se dijeron: ‘Este es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia’.

Y agarrándolo, lo sacaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?».

Le contestan:
«Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo».

Y Jesús les dice:
«No habéis leído nunca en la Escritura:

“La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente”

Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos».

Palabra del Señor

MEDITACIÓN

  • En el Evangelio de este Domingo Jesús presenta una parábola que manifiesta inconformidad con los judíos, sigue la polémica con ellos que conociendo los mandatos de Dios no los practican, Jesús todo el tiempo quiere referirse a ellos por medio de comparaciones que anuncian la verdad, y quiere hacerles entender que ellos se apropiaron de la ley de Dios para oprimir al pueblo y no para que cumplir la voluntad de Dios, los judíos no reconocían al Mesías, tomaron la autoridad de Dios para excusar sus culpas y señalar a los demás, siendo administradores y portadores de los mandamientos de Dios, olvidaron su misión y perdieron el verdadero propósito que Dios les había encomendado.
  • Jesucristo quiere que el hombre trabaje en la viña no como dueño sino como hijo obediente, que le reconozcan como al Salvador que una vez entrando en la vida del ser humano limpia toda impureza y pensamiento malvado, quiere de todos una entrega encaminada al servicio, quiere que todo cristiano construya para el reino y no para sí, Jesús confió a otros su Iglesia, a los apóstoles, que dejándose guiar por sus enseñanzas encaminaron la misión a amar, servir y dar a conocer al hijo de Dios. Jesús se hace así mismo la Piedra Angular, la piedra fundamental, los judíos se dejaron llevar por la avaricia, y el deseo de poder, su corazón se enorgulleció y rechazaron a quien es el suplemento divino para la vida del hombre, Jesús sostiene la Iglesia que son los creyentes sin él nada será posible, él los mantiene sujetos a su cuerpo, Jesús pide que sean sus amigos que en fraternidad crezcan como iglesia y sean constructores de su viña.
  • La misericordia es para quienes reconocen sus pecados pero el castigo es para quienes ocultan sus errores, no podemos ser como los judíos excusarnos de nuestros pecados, sino presentarnos ante Jesús necesitados de él, debemos ser los sarmientos que sujetos a la vid demos frutos en abundancia. No basta con decir que somos cristianos sino vivimos en fraternidad con nuestros hermanos, la Iglesia no es un lugar donde venimos a aprovecharnos, y a buscar nuestros propios intereses, es un sitio donde nos negamos a nosotros mismos para servir a otros por Cristo.
  • Jesucristo nos pone en nuestras manos su viña para que trabajemos sin cansancio, para que luchemos unidos por agradar a Dios y que nuestra meta fundamental sea buscar el reino, hacerlo visible en mis obras en este mundo. Para que las cosas buenas fluyan debemos hacer de Jesús nuestro baluarte, nuestra roca, apartarnos del mundo nos permite encontrarnos con Jesús y saber cual es nuestra misión en esta tierra. No podemos andar como ruedas sueltas, pensando que todo se hace por nuestras propias fuerzas, somos solo administradores, servidores que deben ofrecer su vida por el anuncio del Evangelio, y entregar a Dios obras que expandan el reino no que impartan dolor y sufrimiento a la humanidad, debemos ser portadores de paz, esperanza y amor.

  PRÁCTICA DIARIA

  • De hoy en adelante mi actitud en la iglesia debe cambiar, ser humildes, servidores, y dejar aun lado actitudes de presunción y orgullo que me aparten del reino de Dios.
  • Santa Pelagia me invita a dejar el mundo para encontrar y tener la experiencia con la persona agradable de Jesús.

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