
SANTO DEL DÍA
SAN JOAQUIN Y SANTA ANA
Hoy la iglesia celebra a San Joaquín y Santa Ana, desde el siglo II inició el culto a estos dos santos , que fueron según los libros apócrifos los padres de la santísima Virgen María, con certeza no se tienen datos sobre ellos, pero según la tradición cuenta, que San Joaquín fue burlado por sus vecinos al no tener hijos con su esposa Ana, entonces huyó al desierto a orar y ponerse en penitencia y tiempo después, Dios permitió que de Santa Ana naciera la madre del salvador, ellos educaron a María en las virtudes de humildad y obediencia. Hoy en día, san Joaquín y santa Ana son considerados los patrones de los abuelos.
Evangelio del día
San Mateo 13,1-9
Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente se quedó de pie en la orilla.
Les habló mucho rato en parábolas:
«Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, una parte cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron.
Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda brotó en seguida; pero en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó.
Otra cayó entre abrojos, que crecieron y la ahogaron.
Otra cayó en tierra buena y dio fruto: una, ciento; otra sesenta; otra, treinta.
El que tenga oídos, que oiga».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- Jesucristo invita a sus oyentes a que escuchen con los oídos de su corazón, despierta al hombre a que sea sembrador y sea terreno al mismo tiempo, que anuncie la palabra y también la ponga en practica, es decisión de todo cristiano ser terreno fértil o infértil, quien destina su vida a recibir la palabra y a sembrarla en su interior, su obrar serán luz en este mundo. En todo momento el Maestro motiva a salir de casa para ir a su encuentro, ser promotores de la Buena de Salvación es atender al llamado de Jesucristo. Dios no obliga a nadie a seguir sus pasos, y mucho menos a escuchar su palabra que es poder, solo hace su invitación de amor, a quienes quieran más que verle escucharlo.
- “y dio mucho fruto” quien toma la semilla del sembrador y la guarda en su interior, la consecuencia de recibir es dar, en este evangelio el buen fruto es en pocas palabras, las buenas obras, son el producto de permitir que la vida sea trabajada, y esto se logra mediante el crecimiento espiritual que se da por medio de alimentarnos de la enseñanzas de Jesús, recibimos y la respuesta será obrar el bien, pero Jesús da unos valores del producido que da cada terreno, y es que todos los seres humanos tienen procesos diferentes y van a diferentes velocidades, entonces la paciencia y la esperanza juegan un papel muy importante en la evangelización de este mundo ,para esperar a quienes intentan pero van en el camino correcto, y a quienes siguen definitivamente cumplen la voluntad de Dios.
- En la actualidad, nuestras vidas se han convertido en terrenos fértiles para el mal, destinamos nuestro tiempo y espacio a escuchar lo terreno y a trabajar enceguecidos por cosas, que al fin y al cabo quedarán en este mundo. La palabra de Dios es escaza para la niñez y la juventud, la atención de muchos está en seguir patrones para encajar en esta sociedad materialista, seguir a Cristo es una opción y no un deber de Cristianos, cada día la fe va decayendo y ponerse a la moda es lo que realmente importa, cuidar el cuerpo más que el interior es el pan de cada día, interesados por la apariencia nuestro corazón va siguiendo nuestros propios deseos, generando frutos que ocasionan sufrimientos y muerte a su paso, la biblia es un adorno en las casas, se quedan allí sin dar frutos, y lo más irónico es que buscando soluciones a sus vidas fuera de la palabra, sin darse cuenta que es la fuente que da vida misma.
- Debemos ser pacientes con los procesos de conversión de nuestros hermanos y los nuestros, cada uno al ser terreno fértil, dependiendo a sus carismas y dones que Dios a proporcionado camina lento o rápido, pero siempre con su mirada puesta en Jesucristo. La palabra debe convertirse en nuestra fuente de inspiración y esperanza para continuar anunciando a nuestro Señor Jesucristo con nuestro testimonio de vida, por nuestros frutos nos conocerá Dios, y es por ello que creer en Jesucristo no basta si ese creer no va unido a las obras, cada vez que nos encontramos en diferentes episodios de nuestra vida y que no obtenemos respuesta a nuestros interrogantes, es la palabra misma queda respuesta aquello que inquieta nuestro corazón, ser sembrador es ya la misión que Jesús nos encomendó desde nuestro bautismos de anunciar la Buena de salvación, de nosotros depende propagar la semilla depositada en nuestro interior no solo generando fruto en nosotros sino en los demás.
PRÁCTICA DIARIA
- Leer la palabra de Dios todos los días, y en cada momento que se pueda, llevarla a los demás como verdaderos anunciadores, y ponerla en práctica en cada momento de mi vida.
- San Joaquín y Santa Ana sembraron en María la semilla de Dios, dando como fruto las virtudes de la humildad y obediencia, las características perfectas que la convertirían en la Madre de Jesús. Amar y visitar a nuestros abuelos es signo de agradecimiento por la fe en Dios que ellos nos han inculcado en nuestra vida y que hoy todavia seguimos difundiendo.