
SANTO DEL DÍA
SAN JUAN GUALBERTO (480-547)
San Juan Gualberto fue hijo de un noble florentino rico, su vida cristiana inicio cuando perdonó al enemigo que había asesinado a su hermano, pero que guiado por el amor decide olvidarse de vengarse y dar cumplimiento a los mandatos de Dios, ingresa a una capilla y observa el crucifijo, donde Jesús le manifestaba su agrado por la acción tan misericordiosa que había tenido con quien le había hecho mal. Años más tarde al tener esta experiencia decide ingresar al monasterio benedictino de San Miniato, al enterarse internamente de que el Obispo de Florencia accedió para que un monje comprará la vacante del abad que había fallecido y ocupar su lugar decide huir del monasterio y en la plaza los deja en descubierto tratándolos como herejes. Fundó su propio convento bajo la regla de San Benito debido a la decepción de sus hermanos, fue un monje peleón y radical en los asuntos que concierne a manejar con transparencia los conventos, siempre denunciando y manejando con rigor cada situación, pide limosna para alimentar a sus frailes y siempre con espíritu de servicio, muere en el monasterio de Passignano.
Evangelio del día
San Mateo 10,1-7
En aquel tiempo, Jesús, llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, el de Zebedeo, y Juan, su hermano; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo, y Tadeo; Simón el de Caná, y Judas Iscariote, el que lo entregó.
A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones:
«No vayáis a tierra de paganos ni entréis en las ciudades de Samaria, sino id a las ovejas descarriadas de Israel.
Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- Jesucristo llama por sus nombres a los discípulos y los envía dándoles confiadamente su autoridad para realizar toda clase de milagros, pues debían tener una preparación antes de anunciar la buena nueva a todas las gentes sin distinción, quería que ellos imitaran sus pasos, y con base a su vida les enseñó y formó en la fe para que continuarán su obra salvadora sobre la tierra, una misión y un ministerio les encargo para que trabajaran sin descanso y dirijan una iglesia que perdurará para siempre, y como regalo un sacerdocio para actuar en los hombres, llevándolos hasta Dios y guiándolos al conocimiento de la verdad.
- Aunque Jesús confiaba en quienes había elegido, desea que los apóstoles escuchen sus instrucciones y es que vayan primeramente a los judíos, quiere se comienza desde casa, a quienes habían perdido la luz de su interior, y querían encontrar al verdadero Pastor, pues sabía que al momento que ya no estuviera con ellos debían predicar en otros lugares, para entonces ya estarían encaminados hacia el verdadero propósito de la evangelización, que gran confianza de Jesús hacia sus seguidores pues revela su misión a quienes a pesar de sus limitaciones tienen la intención de imitar y acompañar en la expansión de su reino. Jesús quiere forjar en sus escogidos su misma persona para que convertidos en misioneros sepan llevar su mensaje a toda la raza humana.
- ¿Me dejó cautivar por el llamamiento constante de Jesús? ,el Maestro siempre me busca y me llama por mi propio nombre, y me encarga su misión, una misión en nuestro propio espacio y tiempo, en nuestra iglesia a través del sacramento del Bautismo somos llamados hacer sacerdotes ,reyes y profetas para que anunciemos la buena nueva de salvación a todos los que encontremos a lo largo de nuestra vida. Jesús confía en nosotros, en nuestras capacidades y cualidades, muchas veces pensamos que Dios puede elegir a otros con mayores dones y talentos que yo, pero si él nos ha escogido como instrumentos de su amor debemos estar totalmente agradecidos por que al venir a esta tierra tenemos un propósito, no existimos para sí sino para Dios, la evangelización no solo corresponde a los consagrados, nosotros al no tener un sacerdocio ministerial tenemos un sacerdocio que nos motiva a anunciar, arriesgar, aventurar todo por Jesús. Dios nos llama para él y nos envía a los demás.
- A veces pensamos que nuestra vida cristiana debe ser puesta en práctica fuera de mi círculo social y familiar, y es todo lo contrario, debemos ir en busca de quienes perdidos están a mi alrededor con quienes comparto a diario, allí es donde se pule nuestra vida en la fe la esperanza y el amor, es en este ambiente donde puedo cumplir lo que Dios me ha encomendado, para que luego si pueda ir a quienes no me conocen y por mi testimonio de vida pueda ser un espejo en donde otros se quieran reflejar. En la actualidad dar a conocer el reino de Dios es un camino difícil para quienes deciden emprender la misión, pero debemos recordar que Jesucristo está con nosotros él nos dará el valor y la autoridad para vencer. Debemos dejar que Jesús nos hable a tráves de la iglesia, nos instruya y nos indique la dirección que debemos seguir, para acercarnos a él y llevar a otros hacia él, “Seguid, pues, vuestra carrera y perseverad corriendo hasta la meta; y con el ejemplo de vuestra vida y con la palabra de vuestra exhortación arrastrad en vuestra carrera a cuantos podáis”. San Agustín.
PRÁCTICA DIARIA
- Servir como catequista, miembro activo de un ministerio de mi parroquia, o de un movimiento que alimente mi vida misionera en la iglesia Católica.
- San Juan Gualberto fue un hombre santo que dedicó su vida a formar frailes, y aplicar con radicalidad y autoridad una disciplina basada en hacer el bien a los demás por Dios, como él esforcémonos por enseñar a los demás que somos escogidos por Dios para cumplir un propósito en esta vida y dar cumplimiento a su plan salvador.