
SANTO DEL DÍA
SAN BENITO ABAD (480-547)
San Benito Abad nació en Nursia (Italia), fue un monje fundador de los benedictinos, creó La Santa Regla para sus monjes que fue un arma valiosa de inspiración para muchas comunidades religiosas.Después de haber estudiado filosofía y retórica en Roma se retira de la ciudad a Enfide dedicándose al estudio y sometiéndose a una disciplina para alcanzar la perfección moral. Más adelante se dirige a una cueva del monte Subiaco como ermitaño y tres años después fue con los monjes Vicovaro, no duró mucho con ellos pues intentaron envenenarlo por la disciplina que impartía. Años más tarde fundó el monasterio en la montaña de Cassino y escribió una Regla que le dio el nombre de patriarca del monaquismo occidental. Fundó monasterios y centros de formación para acrecentar la fe en tiempos de crisis.
A las dos de la mañana se levantaba para rezar y meditar, trabajaba, era vegetariano y ayunaba frecuentemente, era un buen director espiritual, era amable, y misionaba en compañía de sus monjes en los pueblos cercanos, fue un gran exorcista, sometía a los demonios gracias a su espiritualidad y a la cruz que llevaba siempre, la que hoy conocemos como la famosa cruz de San Benito, predijo su propia muerte días después de la muerte de su hermana Escolástica.
Evangelio del día
San Mateo 9,32-38
Apenas se fueron los ciegos, le trajeron a uno que tenía un demonio y no podía hablar. Jesús echó al demonio, y el mudo empezó a hablar. La gente quedó maravillada y todos decían: “Jamás se ha visto cosa igual en Israel”. En cambio, los fariseos comentaban: “Este echa a los demonios con la ayuda del príncipe de los demonios”. Jesús recorría todas las ciudades y pueblos; enseñaba en sus sinagogas, proclamaba la Buena Nueva del Reino y curaba todas las dolencias y enfermedades. Al contemplar aquel gran gentío, Jesús sintió compasión, porque estaban decaídos y desanimados, como ovejas sin pastor. Y dijo a sus discípulos: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe trabajadores a recoger su cosecha”.
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- En este pasaje bíblico Jesucristo expulsa un demonio, una lucha cara a cara con el enemigo, pero que debía enfrentar, pues su gran compasión le permite observar detenidamente quien sufre a su alrededor sin pasar por encima de aquel hombre mudo que sufría en silencio decide liberarlo. Las personas que poseían un espíritu demoniaco en ese tiempo eran despreciadas pues le atribuían su estado a una vida llena de pecado, este hombre quien estaba bajo la sombra del maligno una vez sanado por Jesús comienza hablar, y las gentes que observaban quedaron maravilladas de este milagro, pero rápidamente el comentario de los fariseos torno la admiración en critica, pero aun así Jesucristo continuaba con su misión, ignorando toda calumnia de quienes se creían sabios.
- La compasión es la cualidad más hermosa que se puede destacar en Jesús hombre, al ver a las personas su corazón no hace más que interesarse por quien sufre, por quien está desorientado, como el verdadero pastor quiere insistentemente cuidar de sus ovejas, porque hacen parte de su redil, Jesucristo estando en este mundo hizo demasiadas curaciones de alma y cuerpo, pues reconoce en los seres humanos la esclavitud por él pecado y sabe que es él la solución para quienes pueden estar desanimados en la fe y sin ninguna esperanza. La preocupación que manifiesta Jesús a sus discípulos es que es necesario trabajar sin cansancio por esta humanidad encarcelada por el mal, pues son muchos que deciden ir en las direcciones equivocadas y son pocos los que toman la iniciativa de emprender la aventura de la evangelización, esta no es más que una advertencia para quienes continuarán la misión en esta tierra.
- El pecado entumece nuestro cuerpo y nos cansa en el camino, nos envuelve en sus redes y nos impide expresar y dar a conocer a Jesús con nuestra propia vida, no necesitamos estar endemoniados para saber que muchas veces estamos atados a los espíritus del orgullo, del egoísmo, del placer, y de tantos otros que nos llevan a alejarnos del amor de Dios. Estamos tan dependientes de las cosas terrenas que pasamos por desapercibido lo que realmente debe importar en nuestra vida, y es sentir compasión por quienes están a mi alrededor y que necesitan de mi para avanzar, pero nuestra falta de caridad nos ha hecho seres insensibles, son muchas las ocasiones en las que nos hacemos sordos a los llamados de Jesús y él nos invita en todo momento a amarlo y a seguirle.
- Es Jesús el Pastor que puede llevarnos al redil seguro, donde seremos protegidos y cobijados por su amor, y guiados por su bastón encontraremos el descanso a nuestro ser, el maligno quiere que nos perdamos a tal punto que cansados no podamos encontrar el camino de vuelta, es por eso que Jesús nos invita a quienes teniendo la experiencia con él nos arriesguemos a trabajar por la cosecha que debemos cuidar con celo para que no se pierda y poder juntos llegar al Reino de los cielos preparado para nosotros, nuestra oración debe ser insistente para pedir a nuestro padre amado nos conceda agregar cada día misioneros dispuestos a devolver la esperanza en Jesús a quien ha perdido las ganas de vivir. Esta sociedad está sembrando egocentrismo y amor propio a seres humanos sedientos de amor, infundiendo desordenes en contra de los mandamientos de Dios, y dando como resultado hombres y mujeres vacíos, es por eso que nuestro interés debe centrar nuestra mirada en llevar a donde se nos sea posible la buena noticia de salvación que Jesucristo incansablemente enseño en esta tierra y que nos pide continuemos expandiendo.
PRÁCTICA DIARIA
- Brindar a nuestra parroquia más cercana nuestro servicio como misioneros, practicar la compasión con mis hermanos por medio de actos de misericordia que nos encaminen a la ayuda de los más necesitados.
- San Benito nos invita a vencer al maligno, atraves de la oración, el ayuno, el esfuerzo constante por llevar la palabra de Dios a donde quiera que vayamos y alentar en la fe a cuantos desfallecen en el camino,, teniendo como protección la cruz de Cristo.