
SANTO DEL DIA
SAN LUIS GONZAGA (1568-1591)
San Luis Gonzaga es el patrono de la juventud católica, desde muy pequeño fue inducido por su padre para que se formará como soldado imperial, viviendo en estos ambientes sentía cierta incomodidad pues su vida estaba para grandes propósitos. Desde su infancia se inclinó por llevar una vida piadosa, a sus 10 años su padre lo envió a Florencia como paje del duque de Toscana, años más tarde siendo paje del duque Diego de España decide estudiar filosofía y así despierta su interés por la vida religiosa. A sus 14 años renunciando rotundamente a su herencia paternal, inicia su noviciado en la Compañía de Jesús, sus votos de virginidad y duras penitencias le llevaron a adquirir las más grandes virtudes. Sus servicios religiosos los empleo en un hospital realizando las tareas más humildes en favor de los desvalidos, en aquel entonces en Roma la epidemia de peste azotaba el país , San Luis se contagió por un acto de caridad con una persona que había recogido en la calle, muriendo a sus 23 años.
Evangelio del día
San Mateo 6,1-6.16-18
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará
Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará.
Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- En este pasaje bíblico Jesucristo hace una advertencia a la hora de poner en práctica la limosna, la oración y el ayuno, experiencias de piedad significativas que alimentan nuestra relación con Dios, pero que ligadas al populismo y al elogio del pueblo no tienen sentido, convirtiéndose en acciones falsas y vacías, Jesús nos revela la clave para llevar a cabo tales obras, y es que deben hacerse con total prudencia, en silencio, que emanen de lo más profundo de nuestro corazón, sin ninguna intención en particular, y que no busque gratificación alguna, “El bien no hace ruido porque el ruido no hace bien”
- Cristo quiere enseñar en todo momento que ser superficiales no lleva a nada bueno, que preocuparse por la apariencia no es un signo de ser justos con quienes lo necesitan. En este mundo en el que lo externo cobra cada día más valor, donde los reconocimientos y los aplausos son para aquellos que quieren vivir de fachada, que preocupados por una reputación olvidan cuidar sus conciencias. Lo más importante radica, ver en los hermanos el rostro del mismo Dios, que pide una entrega sin reservas, sin apariencias ni hipocresías, exige ser más humanos. La recompensa que se da en lo más profundo de nuestro interior, no se compara con la que este mundo ofrece, que es efímera y temporal, Jesús promete más que una recompensa una promesa de salvación para quienes sean capaces de hallarlo en lo secreto del mismo ser.
- La religión y muchas instituciones han convertido hoy en día la caridad como fuente de intereses particulares, no hay que ser extremistas, hacer el bien a nuestros hermanos necesitados es lo que Dios nos manda hacer, pero Jesús solo nos pide que no cambiemos lo que somos, disimulando nuestras intenciones, que dar sea un acto de amor genuino sin ningún tipo de máscara.
- La oración es un medio por excelencia para comunicarnos con aquel que nos creo, pero no debemos proclamar a los cuatro vientos lo que en secreto dialogamos con Jesús, pues Dios trabaja en el silencio, es él quien conoce nuestro interior y es él quien sabe lo que realmente somos y necesitamos. El ayuno hace de nosotros hombres y mujeres con autocontrol de nuestros deseos carnales debe ser una experiencia que refleje la alegría de querer encontrar a Dios de preferirlo antes que a todo, debe motivar a quienes quieren seguirlo también.
PRÁCTICA DIARIA
- Practicar la caridad constantemente, donar mi tiempo a escuchar a los demás, orar por quienes luchan por una vida superficial y ayunar solo para estimular mi fe en Dios renunciando a todo lo que me aleja de él.
- San Luis Gonzaga nos enseña que los actos de caridad y penitencia no son más que el Espíritu inquietante que Dios suscita en quienes quieren encontrarlo y amarlo, como San Luis pongamos nuestra vida al servicio de quienes realmente necesitan sin apariencias ni apegos.