INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA (1944)
La fiesta al Inmaculado Corazón de María se celebra el sábado siguiente a la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, el papa Juan Pablo II nos recuerda que es sumamente importante conmemorar esta celebración. La Encarnación del hijo de Dios en María Santísima, esta relación estrecha entre María y Jesús nos muestra el grande amor de Dios por la humanidad, escoge una criatura de este mundo para manifestar su gloria.
María con su valiosa intercesión nos lleva de la mano a Jesús y nos dice que hagamos lo que él nos pida, el corazón de María manifiesta el amor de Dios que ha sido derramado en ella por medio del Espíritu Santo, es por eso que el Corazón de Jesús está ligado al de María, la devoción a esta festividad debe despertar en nosotros el deseo de buscar a Jesús en los brazos maternales de María buscar en ella a Jesús nos hace merecedores de las gracias que Dios nos promete.
Evangelio del día
San Lucas 2, 41-51
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedo en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.
Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Él les contestó:
«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la cosas de mi Padre?».
Pero ellos no comprendieron lo que le dijo.
Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- La angustia de María y José, nubla la misión que se les ha encomendado, no les deja comprender a profundidad las insondables obras de Dios, por un momento olvidan quien es él que está a su cargo, quien está con ellos es nada más y nada menos que el hijo de Dios; en el camino se percatan que Jesús niño no está con ellos, y entonces al regresar a Jerusalén sin importarles el cansancio y esfuerzo conducidos por el Espíritu santo, visualizan esta escena maravillosa en el que su hijo revela su sabiduría que viene de lo alto ante quienes les escuchan. Este pasaje bíblico menciona explícitamente la infancia de Jesús que guiado por el Espíritu decide emprender lo que años más tarde continuará.
- María guarda en su corazón todo lo que su hijo hace, observando en silencio su crecimiento espiritual, porque para ella es asombroso conocer los misterios de Dios, ella que humanamente enseño a amar, a sonreír, a caminar, ella que enseño la piedad a Jesús ahora queda estupefacta ante tales acciones, y aun sin comprenderlo todo sigue haciendo la voluntad de Dios. En la Eucaristía encontramos una parte de María unida al cuerpo y sangre de su hijo Jesús, una parte de ella está contenida en Cristo humano y divino.
- Dios trabaja en el silencio, ¿has visto alguna vez hacer ruido cuando un árbol crece? no nos damos cuenta del momento exacto en el que se da su crecimiento, igualmente el Señor obra en nosotros sin que nos demos cuenta, y cuando los afanes y preocupaciones de este mundo opacan nuestro verdadera misión es allí donde el accionar del Espíritu Santo guía nuestros pasos para comprender y entender el propósito que Dios tiene con cada uno de nosotros.
- Jesús quiere mostrarnos que no debemos buscar a Dios fuera de nosotros sino en nosotros, él está ahí en lo más profundo de nuestro corazón, si dejamos que su Espíritu Santo penetre nuestra intimidad, si escuchamos su voz sabremos hacer las cosas que él nos pide que hagamos y estas al instante cobrarán sentido, porque nuestro interés debe ser hallar el camino que Dios tiene trazado para quien decide seguirle.
PRÁCTICA DIARIA
- Tener un cuadro del inmaculado corazón de María en un lugar visible de nuestra vivienda, para recordar que ella nos enseña el amor a Jesús, rezar el santo rosario para motivarnos en la fe, buscar el amor de Dios derramado en el corazón de María es un principio de querer dejar que entre en nuestro ser y haga morada en cada uno de nosotros.
- La devoción al inmaculado corazón de María nos permite entender que nuestra madre celestial nos conduce a Jesús, nos hace sus hijos y nos muestra el camino al padre que será más llevadero en este mundo tan atribulado si vamos con ella, así que dispongamos nuestro corazón e imitando a María hagamos la voluntad de Dios.