
SANTO DEL DÍA
SANTA LAURA MONTOYA (1874-1949)
Santa Laura nace en Jericó Antioquia (Colombia), sus Padres de nombre Juan de la Cruz Montoya y Dolores Upegui, eran muy cristianos, cuando Santa Laura tenía dos años de edad asesinaron su Padre, dejando su Esposa y tres hijas en extrema pobreza pues los enemigos les quitaron sus bienes, pero la Madre de Laura la enseño a perdonar. Desde muy temprana edad le tocó sufrir, mendigar cariño, pero se refugió en la oración contemplativa, en la penitencia, en la lectura de las sagradas escrituras y su sed de hacerse religiosa de las Carmelitanas aumentaba cada día más. Tiempo después ingresa en la Normal de Institutoras de Medellín, para convertirse en una admirable profesora, tiempo después apoyada por monseñor Maximiliano Crespo, obispo de Santa Fe de Antioquia, funda Las Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena, dedicadas a expandir la fe a quienes estaban olvidados en la selva y vivir con ellos en la pobreza. Enseñándoles a los indígenas el amor a Dios llamaba “la Obra de los indios”: al servicio de los indígenas de las selvas de América, junto con sus compañeras emprenden el viaje a dentro de la selva como misioneras sin temor, más que su amor a Jesucristo e impulsadas por María santísima, vivió y comprendió la vida de los indígenas, redactó en medio de la naturaleza “Voces Místicas”, inspirada en la contemplación de la naturaleza, y otros libros como el Directorio o guía de perfección, quería mostrar a la humanidad que los indígenas tenía derechos como todos, lucho contra la discriminación de los mismos, pasó nueve años en silla de ruedas, pero no dejó de escribir, muere dejando Casas religiosas en tres país en la actualidad están en diecinueve países.
Evangelio del día
San Lucas 12, 35-38
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Tened ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan, a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.
Bienaventurados aquellos criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; en verdad os digo que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y, acercándose, les irá sirviendo.
Y, si llega a la segunda vigilia o a la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- Cada día de nuestras vidas estamos en constante espera de lo que ha de venir a nosotros, nos preocupamos por eventos del futuro, si tendré o no tendré, todo gira entorno a lo material y superfluo, hoy el evangelio nos muestra la verdadera preocupación, que se trata de vivir intensamente en total plenitud el presente, la preparación debe estar basada en aprender a vivir los desafíos, tomando las mejores decisiones en coherencia con el servicio y amor que Jesucristo nos propone.
- Estamos llamados todos los días a permanecer en la gracia de Dios, con nuestra lámpara encendida del fuego del amor de Dios por el Espiritu Santo que nos acciona hacer el bien y a permanecer perseverantes en la fe hasta encontrarnos con Jesucristo, no solo la venida de Jesús nos debe preocupar si estamos preparados y en vela, no vivamos con miedo o ansiedad esta espera, porque recordemos que el exceso de futuro es ansiedad, debemos vivir cada día como si fuera el último, como auténticos discípulos de Jesús, que seamos lámparas encendida, luz en la oscuridad y promulguemos la esperanza por doquier..
- Bienaventurados seremos si viniendo el Señor a nuestro encuentro estemos revestidos de su gracia, haciendo su voluntad, la recompensa no será solo futura, sino que tendremos un anticipo del cielo aquí en la tierra como nos dice Santa Teresita del Niño Jesús: Quiero pasar mi cielo haciendo el bien sobre la tierra.
PRÁCTICA DIARIA
- Vivir el ´presente haciendo la voluntad de Dios.
- Santa Laura Montoya nos dice: “El maestro como el sol debe expandir por doquier luz y calor”
