SABADO, Vigésima Semana del Tiempo Ordinario, 23 de agosto (ciclo c)

SANTO DEL DÍA

Santa Rosa de Lima tenía como nombre Isabel Flores de Oliva, nacida en Lima, sus padres eran pequeños propietarios, la educaron con una fe sólida y una buena educación, por tener un bello rostro la llamaban Rosa, en su época existían muchas diferencias sociales como aún en la actualidad pero habían personas tratadas como esclavos. En Lima se encontraba el convento de Santo Domingo, ella asistía a misa a este lugar, tiempo después a sus veinte años decide ingresar a la orden de Predicadores de los seglares, sintiendo también el deseo de ingresar como religiosa contemplativa, Santa Rosa se dedicaba a enseñar a niños instrumentos musicales, ayudaba económicamente a su familia con la costura y una huerta casera. Tiempo después en su casa construye una ermita con la ayuda de su hermano para orar en secreto, dentro de su vida se va formando un alma contemplativa, teniendo un contacto estrecho con la naturaleza y una relación constante con Dios, se mortificaba pues decía que las mortificaciones la pulirían más para ir al cielo, Santa Rosa tenía muchas virtudes era compasiva, ayudaba a los enfermos, en muchas ocasiones intentó salir de Lima para dedicarse a la misión pero no se daba este gran anhelo, muere a sus treinta y un años de edad por una extraña enfermedad grave que según ella decía era los sufrimientos de Jesucristo.

Evangelio del día

San Mateo 23,1-12

En aquel tiempo, habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo:
«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen.

Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.

Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabbi”.

Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabbi”, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos.

Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.

No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.

El primero entre vosotros será vuestro servidor.

El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

Palabra del Señor

  • Jesucristo invita y motiva a todos los que le siguen a servir sin condiciones, a ayudar sin ser motivo de elogios y aplausos, a considerar a todos por igual y sin ningún tipo de distinción, Jesús no se cansa de anunciar que su reino no es cuestión, de vestidos, ni comida, sino de servir con amor.
  • El servicio con amor que Jesús nos enseña, es negarse a uno mismo y donar todo a otros, me permite descubrir que vine a este mundo no a vivir mi propia vida buscando mis propios intereses, sino a ayudar a quienes me necesitan, cuando entendamos que amar no es acoger a quienes me retribuyen los favores, ese día sabremos que nada es mío que todo es de Dios y para mis hermanos, hoy la indiferencia me enceguece ante el grito de auxilio de esta humanidad que clama por ayuda inmediata, vivimos encapsulados y cerrados ante la necesidad de tantos, mi mirada esta puesta en quien me pueden dar y en quien me puede servir, despertemos ya y pongámonos en marcha a dar cumplimiento a la misión que Dios nos encomendó al inicio de nuestra vida.
  • Ser humilde no requiere vivir cabizbajo, sin ánimos, o con harapos, ser humilde me motiva a compartir de lo que soy y de lo que tengo, a mirar con ojos de compasión a los demás así como Jesús lo hacia acá en la tierra, a ver más allá de las apariencias, a creer siempre importantes a los demás.

PRÁCTICA DIARIA

  • Servir en mi comunidad a quienes necesitan de mi ayuda material o espiritual.
  • Santa Rosa de Lima nos dice: “Cuando servimos a los pobres y a los enfermos, servimos a Jesús”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *