
SANTO DEL DÍA
SAN CHARBEL MAKHLUT (1828-1024)
San Charbel fue hijo de una humilde familia campesina , los hermanos de su mamá eran monjes del monasterio de Quzhaya, San Charbel los acompañaba a menudo en sus tiempos libres, a las oraciones, cantos, y sobretodo atendía a sus grandes consejos espirituales. Ingreso al monasterio de Nuestra Señora de Mayfouk de la orden maronita libanesa a la edad de veintitrés años, su madre y un tío al enterarse quisieron convencerlo de regresar pero el se rehusó a ir con ellos, y su madre le deseo lo mejor para su vida de consagrado, diciéndole que sería un santo. Años más tarde fue a vivir a la ermita de San Pedro y San Pablo en Gebel an Nour, se dedicó a la oración, al ayuno y a la mortificación, que hicieron de él una entrega profunda a Dios, de vez en cuando salía a realizar alguna necesidad pastoral. Un día en la que celebraba la santa Misa a las once de la mañana, sufrió un ataque de parálisis en el momento que ocurre la consagración, y muere el veinticuatro de diciembre.
Evangelio del día
San Mateo 13,10-17
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los discípulos y le preguntaron:
«¿Por qué les hablas en parábolas?».
Él les contestó:
«A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no. Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. Así se cumplirá en ellos la profecía de Isaías:
“Oiréis con los oídos sin entender;
miraréis con los ojos sin ver;
porque está embotado el corazón de este pueblo,
son duros de oído, han cerrado los ojos;
para no ver con los ojos, ni oír con los oídos,
ni entender con el corazón,
ni convertirse para que yo los cure.”
¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron.»
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- Cada vez escuchamos la Palabra de Dios, y como aquellas personas aun no la hemos guardado en el corazón, no nos dejamos interpelar por ella, y no la llevamos a la practica. Es muy común escuchar a muchos cristianos decir, ya me memorice aquella parábola, un ejemplo el hijo prodigo, o cualquier cita bíblica, pero acá lo más importante no es saber sino vivirla.
- Cuando esa palabra que leemos se vuelve viva en nuestro caminar, cuando vivimos según el Evangelio, es en ese día que nos podremos llamar dichosos, porque la Palabra de Dios está dando fruto.
- Debemos aprender a escuchar con los oídos del corazón, debemos interiorizar cada palabra sagrada que nos ayuda a cumplir la voluntad de Dios, debemos estar en sintonía con Jesucristo, dejar que su voz resuene como un eco que transforma, anima e impulsa a fructificar su mensaje de slavación
PRÁCTICA DIARIA
- Pedir la guía del Espiritu Santo para entender la Palabra de Dios, y practicarla, porque quien escucha, atiende y quien atiende aprende.
- San Charbel nos dice…. ” No comiences nada en la tierra si no tienes su fin en el cielo; no andes por un camino que no conduzca al cielo”