SABADO, Quinta Semana de Pascua, 24 de mayo, (Ciclo C)

SANTO DEL DÍA

Hoy la iglesia celebra la advocación de María Auxilio de los Cristianos, esta fiesta tiene lugar por la Revolución Francesa, que causó un gran golpe a la Iglesia, cuando Napoleón Bonaparte asume el poder, restableció el catolicismo en Francia, permite a los sacerdotes regresar a los templos y los obispos a sus parroquias, pero este hombre comenzó a exigir al Papa Pío VII algunas cosas que el Pontífice no podía conceder, esto ocasionó más conflictos a la Iglesia, el Papa cayó prisionero en el castillo de Fontainebleau, y allí duro por cinco años, orando fervientemente a María Santísima Auxilio de los Cristianos para que protegiese a la Iglesia perseguida, desgobernada y desamparada, entonces sus peticiones fueron escuchadas, y Napoleón firma su abdicación, como agradecimiento a la Virgen María bajo su advocación de Auxilio de los Cristianos instituyó la fiesta de María Auxiliadora en el mes de mayo para perpetuar el recuerdo de su entrada triunfal a Roma al volver de su cautiverio en Francia.

Evangelio del día

San Juan 15, 18-21

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros.

Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia.

Recordad lo que os dije: “No es el siervo más que su amo”. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.

Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió».

Palabra del Señor

  • Para contemplar a Jesús Resucitado, debemos mirar su pasado, una historia de amor, que esta marcada por la calumnia, la blasfemia, el dolor y la muerte. Cada cristiano debe entender, que su vida está impregnada: de alegría, dolor, cruz , muerte y resurrección. Esta Verdad de fe, nos debe animar a anunciar como verdaderos discípulos misioneros todo el testamento de su amor, un mandamiento que siempre estará trazado por la cruz y la persecución porque sin dolor no hay anuncio, no hay progreso, y no hay redención. También hay que tener la certeza, que si guardaron la Palabra de Jesús, también guardarán la nuestra, porque nuestras palabras, son un destello del poder del Resucitado.

PRÁCTICA DIARIA

  • Veneremos hoy a María: elevemos una salve a la valiosa intercesión de María, Ella estuvo en el pesebre, al pie de la cruz, y en la venida del Espiritu Santo, como fiel testiga de su hijo.
  • María Auxiliadora: bajo tu amparo nos acogemos, tu que eres la Santa Madre de Dios y Madre Nuestra.

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