
SANTO DEL DÍA
SAN MATIAS (SIGLO I)
San Matías fue uno de los 72 discípulos que el Señor envió a predicar durante su ministerio. Los hechos de los Apóstoles afirman que Matías acompañó al Salvador, desde el Bautismo hasta la Ascensión. Cuando San Pedro decidió proceder a la elección de un nuevo Apóstol para reemplazar a Judas, los candidatos fueron José, llamado Bernabé y Matías. Finalmente, la elección cayó sobre Matías, quien pasó a formar parte del grupo de los doce. El Espíritu Santo descendió sobre él en Pentecostés y Matías se entregó a su misión. Clemente de Alejandría afirma que se distinguió por la insistencia con que predicaba la necesidad de mortificar la carne para dominar la sensualidad. Esta lección la había aprendido del mismo Jesucristo.
Según la tradición, predicó primero en Judea y luego en otros países. Los griegos sostienen que evangelizó la Capadocia y las costas del Mar Caspio, que sufrió persecuciones de parte de los pueblos bárbaros donde misionó y obtuvo finalmente la corona del martirio en Cólquida. Los “Menaia” griegos sostienen que fue crucificado. Se dice que su cuerpo estuvo mucho tiempo en Jerusalén y que Santa Elena lo transladó a Roma.
Evangelio del día
San Juan 15, 9-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Este es mi mandamiento:
que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé.
Esto os mando: que os améis unos a otros».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- Jesús resucitado siempre nos elige. La iniciativa de la salvación es Divina, es decir, un proyecto iniciado por nuestro Padre Yahveh, revelado por Nuestro Hermano Jesús y culminado por el Espiritu Santo. Todo este accionar de la Trinidad, es en beneficio nuestro y del Cosmos, por tanto estamos destinados a dar fruto, y a que nuestras obras permanezcan y ayuden a otros a encontrar este Dios Trino.
- Jesús resucitado nos pide, invocar constantemente a Nuestro Padre, para que ÉL nos regale la gracia de vivir y disfrutar el mandamiento del amor.
PRÁCTICA DIARIA
- Todas las obras que hacemos, deben estar marcadas por el amor, porque este busca el bien común sin esperar nada a cambio.
- Santo Apóstol Matías intercede por nosotros, ya que todo lo que poseemos y disfrutamos es un regalo de Dios.
Obedecer a Dios amándonos unos a otros como El nos amó amén amén