
SANTO DEL DÍA
SAN GIUSEPPE MOSCATI (+1927)
San Giuseppe empezó a madurar su pasión por la medicina, muerto su hermano. Después de la escuela secundaria, se matriculó en la Facultad de Medicina, en el mismo año de la muerte de su padre, que sufrió una hemorragia cerebral.
Ingresó en la universidad para estudiar medicina, se graduó con las mejores calificaciones de su promoción. Cada día se levantaba muy temprano para ir a misa y recibir la comunión. Después se dirigía a las colonias pobres para ver algunos enfermos y a las 8:30 a.m. iniciaba el trabajo en el hospital.
Sus pacientes predilectos eran los pobres, algo de lo que dan fe muchas personas que lo conocieron. Es conocida una anécdota suya con un anciano pobre al que visitaba cada día. El anciano le pidió en una ocasión que fuera con él a desayunar al café que estaba junto a la iglesia a la que acudía a misa. El día en el que el anciano no iba a desayunar, el doctor se acercaba preocupado hasta su domicilio para asistirlo.
Nunca cobró dinero a los pobres, a los que ayudaba siempre con una sonrisa y sin hacerse notar.
Su muerte llegó mientras esperaba en el despacho de su casa la visita de los enfermos y sentado en un sillón.
Evangelio del día
San Juan 11, 45-57
En aquel tiempo, muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús.
Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron:
«¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación».
Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo:
«Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera».
Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no solo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.
Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente entre los judíos, sino que se retiró a la región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos.
Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban:
«¿Qué os parece? ¿Vendrá a la fiesta?».
Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo.
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- ¿Crees en Jesucristo verdaderamente? ¿su mensaje te interpela en este tiempo de cuaresma?, son muchas las ocasiones en las que hemos sentido vergüenza, miedo, temor , pena por ser seguidor de Jesucristo, en un mundo liberal en el que hablar de las cosas de Dios causa fastidio , estamos llamados a promover las enseñanzas de Jesucristo con autenticidad y veracidad sin temor a ser burlados o señalados.
- Jesús nos enseña a salir de la rutina diaria para ir a su encuentro, estar en su presencia trae paz, al estar con él no dudemos de que estamos en las mejores manos, en esta semana santa que ya casi comienza debemos preparar y disponer nuestro corazón para interiorizar las Palabras del Salvador, a cambiar nuestro modo de pensar y actuar, a proponernos ser mejores personas, y a aportar a la humanidad una semilla que produzca cambios positivos, en donde Jesús sea el centro y mis obras muestren su presencia entre nosotros.
PRÁCTICA DIARIA
- Hoy realizaré un acto de amor saliendo de la rutina diaria, hacer algún alimento y llevarlo algún pobre o enfermo.
- San Giuseppe Moscati nos dice: -“Ama la verdad; muéstrate tal cual eres, sin fingir, sin miedos, sin miramientos. Y si la verdad te cuesta persecución, acéptala; y si tormento, sopórtalo.
Hermoso evangelio