
SANTO DEL DÍA
SAN BENJAMÍN (+425)
El rey Yezdigerd, hijo de Sapor II puso fin a la cruel persecución de los cristianos que había sido llevado al cabo en Persia durante el reinado de su padre. Sin embargo, el obispo Abdas con un celo mal entendido incendio el Pireo o templo del fuego, principal objeto de culto de los persas. El rey amenazó con destruir todas las iglesias de los cristianos, a menos que el obispo reconstruyera el templo, pero éste se rehusó a hacerlo; el rey lo mandó a matar e inició una persecución general que duró 40 años. Uno de los primeros mártires fue Benjamín, diácono, nació y creció en Persia. Después de que fuera golpeado, estuvo encarcelado durante un año, pero obtuvo su libertad gracias al embajador del Constantinopla y prometiendo bajo su responsabilidad que el santo se abstendría de hablar acerca de su religión. Sin embargo, Benjamín declaró que él no podía cumplir tal condición y, no perdió la oportunidad de predicar el Evangelio. Fue de nuevo aprehendido y llevado ante el rey, quien lo sometió a crueles torturas, siendo luego decapitado.
Evangelio del día
San Juan 4, 43-54
En aquel tiempo, salió Jesús de Samaría para Galilea. Jesús mismo había atestiguado:
«Un profeta no es estimado en su propia patria».
Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.
Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose.
Jesús le dijo:
«Si no veis signos y prodigios, no creéis».
El funcionario insiste:
«Señor, baja antes de que se muera mi niño».
Jesús le contesta:
«Anda, tu hijo vive».
El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron:
«Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre».
El padre cayó en la cuenta de que esa era la hora en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia. Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- El pasaje bíblico de este día nos recuerda cuan importante es tener fe incluso cuando no vemos, en los desafíos de la vida queremos tener fe en lo tangible, en lo que vemos, pero el Señor nos pide tener una fe que trascienda. La fe es la certeza de lo que no se ve de lo que se espera como no lo dice San Pablo en Hebreos 1; 11, la fe tiene el poder de cambiar nuestras realidades, es el motor que nos anima a seguir adelante.
- La fe debe permitirnos no solo creer en una teoría, sino de vivirla y aplicarla hasta en lo más mínimo, confiando desde el principio sin ver aun los resultados, pero la fe debe estar ligada a la confianza, cuando nos abandonamos en las manos de Dios sepamos que todo cuanto pedimos se dará según su voluntad , ¿Qué clase de fe tengo?¿La que exige signos, milagros, o la que espera hasta que algo suceda?. Muchas veces se nos hace difícil mantener la fe, pues queremos que se cumpla lo que pedimos a nuestro tiempo, pero Dios sabe a que hora, circunstancia, tiempo, momento, él lo conoce todo y como buen Padre concede lo que anhelamos si es lo que nos conviene, solo basta tener una fe inquebrantable a pesar de nuestras limitaciones seguir creyendo, seguir esperando es lo ideal.
PRÁCTICA DIARIA
- Orar para que Dios acreciente mi fe.
- Como San Benjamín dar hasta la misma vida por la fe que profesamos.
Hermoso evangelio
Creer en Dios y poner toda la fe en el
Cuando tenemos una verdadera fe en Dios
Él estará presente en todo
Bendiciones Gustavo y tu familia.