
SANTO DEL DÍA
SAN MARTIN DE BRAGA (520-580)
San Martín de Braga, también conocido como Martín de Dumio o Martín Dumiense. Oriundo de Panonia, en la actual Hungría. Fue Obispo, teólogo y escritor eclesiástico hispano de origen panónico, llamado el «Apostol de los suevos» a los que convirtió al catolicismo. Peregrina a Palestina con la avidez de conocer, pisar, besar y tocar la tierra de Cristo; allí aprovecha su tiempo entre oración, mortificación, y el estudio del griego que le contacta con los santos Padres primeros. Regula la vida del clero formándoles según los cánones y los acuerdos de los concilios españoles y africanos; atiende celoso al campesinado donde abundan las supersticiones paganas, célticas y germánicas. Encarga a su monje Pascasio la traducción de “Las palabras de los ancianos” y él mismo traduce “Las sentencias de los Padres egipcios”; escribe para los suyos otras sabrosas obras de piedad, ascéticas y doctrinales, – Formula vitae honestae y De correctione rusticorum- como tratados cortos y monográficos que rezuman sabiduría humana al estilo de Séneca y espíritu cristiano. Contribuyó a la conversión de los suevos al catolicismo. En el concilio de Braga del 561 -como un precursor de san Ildefonso en el III de Toledo- se ha logrado la conversión del rey y del pueblo, se establece la unidad y se tiene el gozo de escuchar la fórmula del bautismo “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.
Evangelio del día
San Lucas 16, 19-31
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico.
Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.
Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.
Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo:
“Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”.
Pero Abrahán le dijo:
“Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.
Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”.
Él dijo:
“Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”.
Abrahán le dice:
“Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”.
Pero él le dijo:
“No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”.
Abrahán le dijo:
“Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
- El Evangelio de hoy nos hace reflexionar acerca de nuestras acciones y actitudes ante los demás, a vivir aquí y ahora la compasión y la justicia, cuando estamos en nuestras actividades cotidianas, no podemos perder de vista la humanidad sufriente y menos afortunada, no podemos ser indiferentes ante quien sufre o necesita ayuda, apoyo y en especial amor, que es lo que más el ser humano carece y quizás la falta de amor la base de tantos sufrimientos, hoy debemos preguntarnos, ¿Cómo debemos construir puentes que unan y no fronteras que separen?, los marginados y vulnerables más que nunca nos necesitan, tu mano y la mía pueden extenderse para ayudar y construir una sociedad más humana y solidaria.
- Si sientes dolor, estás vivo, pero si sientes el dolor de los demás, eres humano» (León Tolstoi), la forma en la que vivimos la vida terrenal, en relación con nuestro prójimo tiene un impacto duradero, no debemos tener miedo al pensar a donde iremos después de la muerte, nuestra preocupación debe ser como llevar una vida con propósito, en la que la compasión y el amor a nuestros hermanos sea una prioridad continua y trascendente hasta la eternidad.
PRÁCTICA DIARIA
- Observar en mi comunidad quien esta necesitado compartir con él mis bienes.
- San Martín de Braga me invita a llevar a otros a Jesucristo.
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