LUNES,-03 de Marzo-Octava Semana del Tiempo Ordinario (ciclo C)-2025

SANTO DEL DÍA

San Catalina nace en Filadelfia (Pensilvania), su Padre era un banquero y filántropo, le enseño a su hija que las riquezas eran prestadas y debían compartirse con los demás, un día que viajaba al Oeste de EE. UU, observó la degradación de los nativos indio-americanos, y desde allí despertó su necesidad de ayudar, tiempo después establece una escuela la St. Catherine Indian School en Santa Fe, Nuevo México, luego visitó al Papa León XIII y pidió misioneros haciéndose ella misma misionera para evangelizar a los indios, años más tarde se entrega a Dios por completo invirtiendo su fortuna al servicio a los indios americanos y a los afro-americanos, fundó a las Hermanas del Santísimo Sacramento cuya dedicación sería compartir el mensaje del Evangelio y la vida en la Eucaristía entre los indios americanos y afro-americanos, se aferró en la Eucaristía para ayudar a cambiar las actitudes raciales en los Estados Unidos, durante toda su vida apoyó a sesenta escuelas y misiones, su mayor logro fue la creación de la “Xavier University” en Louisiana, la única institución de educación superior en los Estados Unidos destinada a la educación de los afro-americano católicos. También la educación religiosa, el servicio social, las visitas en los hogares, hospitales y prisiones forman parte de su congregación, defendía con una armonía y altivismo en favor de los discriminados, sufrió de una enfermedad grave la dejo inmóvil y muere años más tarde.

Evangelio del día

San  Marcos 10, 17-27

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó:
«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?».

Jesús le contestó:
«Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre».

Él replicó:
«Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud».

Jesús se quedó mirándolo, lo amó y le dijo:
«Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego ven y sígueme».

A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó triste porque era muy rico.

Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:
«¿Qué difícil les será entrar en el reino de Dios a los que tienen riquezas!».

Los discípulos quedaron sorprendidos de estas palabras. Pero Jesús añadió:
«Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios».

Ellos se espantaron y comentaban:
«Entonces, ¿quién puede salvarse?».

Jesús se les quedó mirando y les dijo:
«Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo».

Palabra del Señor

MEDITACIÓN

  • Jesucristo nos invita a seguirle sin cargas, cuando la raza humana entienda que es un simple viajero en este mundo sabrá que la única herencia que se debe perseguir será el cielo, aquellas cosas materiales que me esclavizan, e incluso hasta la misma familia si me aleja de Dios debemos renunciar, es lo que Jesús quiere, negarse así mismo y seguir adelante sin mirar atrás, garantizará una totalidad en bienes celestiales que no acabarán pues serán eternos, para los apóstoles era imposible que el rico vendiera sus bienes pero por su falta de fe, para Dios si así es su voluntad todo sucede.
  • Queridos hermanos hoy Jesús nos invita a despojarnos de aquello que nos impide seguirle, con esperanza caminemos hasta la vida eterna, eso es lo que debemos anhelar. En muchas circunstancias de la vida nos olvidamos que nada de lo que tengamos material en este mundo irá con nosotros después de la muerte, en cambio si nuestra vida tiene como objetivo principal servir como Jesús no lo enseña, ya lo terrenal no tiene valor. Jesús no quiere que seamos flojos, quiere que seamos gente emprendedora pero sin poner en primer lugar nuestras riquezas, saber que lo que tengo también debe beneficiar a los demás, pensando siempre en el bien común.
  • A veces no basta con hacer el bien, debemos ser conscientes que lo hacemos por amor a Jesús y para Jesús, no pensemos que hacer obras de caridad es suficiente para salvarnos, también debemos vivir con modestia, siempre pensando que todo lo que tengo Dios me lo dio y lo debo compartir, las riquezas me absorben y no me dejan perseguir la meta que es vivir con Jesús eternamente, donde lo humilde y sencillo es más importante.

PRÁCTICA DIARIA

  • Vivir mi vida y en mi hogar con modestia, poner sal servicio mis bienes.
  • San Catalina Drexel nos dice: “A veces, en mi deseo de trabajar por otros siento mis manos atadas, algo ataja mi deseos de caridad, influencias hostiles me hacen sentir sin poder. Mis oraciones parecen no conseguir nada, mis actos de bondad son rechazados, parece que hago lo equivocado cuando trato de hacer lo mejor que puedo. En esos casos no debo sufrir. Yo estoy siguiendo los pasos de mi Maestro”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *